La Torre del Barranc d’Aigües sigue con su imparable deterioro mientras que ahora resulta que su titularidad no está clara, una situación que dificulta un acuerdo para asegurar su supervivencia. Hasta hace unos meses la Fundación Cultural Frax había sido considerada por el Ayuntamiento de El Campello como la interlocutora válida para abordar su cesión y posterior reforma para salvar de la ruina este enclave del siglo XVI, al creer que era la propietaria y así manifestarlo ella. Pero desde el equipo de gobierno han confirmado la pasada semana que existe una disputa por la titularidad de la misma. Y es que la empresa Campelmar aparece como la dueña, según el Registro de la Propiedad, mientras que Frax figura en el Catastro. Una discrepancia que el Ayuntamiento necesita esclarecer para poder abordar su intención de que pase a formar parte del patrimonio municipal o para reclamar su apuntalamiento.

Por ello, el alcalde Juanjo Berenguer (PP) ha contactado con ambas partes para tratar de esclarecer la situación de este Bien de Interés Cultural (BIC) que languidece desde hace décadas sin que se actúe para frenar su enorme deterioro. Desde la citada mercantil explicaron a este medio que no existe ninguna duda sobre la titularidad, que recae en Campelmar, ya que es lo que refleja el Registro, que recuerdan es lo que dictamina la propiedad. Y señalaron que la adquisición de este bien se produjo hace más de 30 años, pasando entonces de Frax a Campelmar, aunque su inscripción en el Registro no se realizó hasta hace una década. Y mostraron su voluntad de colaborar con el Consistorio y llegar a un acuerdo.

Esta situación sale a la luz precisamente cuando el próximo jueves EU, Podemos y Red llevan a pleno una moción para «requerir a la mercantil que figura en el Registro de la Propiedad y a la fundación que figura en el Catastro que aporten la documentación que acredite la propiedad del monumento». Además, se pide «comunicar a la Dirección Territorial de Cultura la medida adoptada respecto a los posibles propietarios», así como copia de los informes de 2018 y 2020 sobre el estado del bastión. Y también solicitan «consultar a la Dirección Territorial de Cultura si en base a garantizar la seguridad de bienes y personas es conveniente la adopción de medidas cautelares».

Desde la Fundación Frax han declinado realizar declaraciones ni confirmar que exista un problema con la propiedad. Esta entidad desde hace varios años se han mostrado dispuesta a ceder el inmueble al Consistorio, un plan ahora que parece inviable ante las dudas sobre su propiedad.

Según un informe municipal de 2018, entonces ya constaba en el Ayuntamiento esta discrepancia entre Registro y Catastro, pero esta divergencia no ha trascendido hasta ahora. Y no deja de suponer una traba más la búsqueda de una solución definitiva para esta torre vigía. Además, desde la empresa aseguraron que nunca han recibido requerimiento alguno por parte del Ayuntamiento para actuar en el bastión, a pesar de su lamentable estado y estar catalogado como BIC, lo que obliga por Ley al propietario a su conservación.

Conselleria de Cultura

La Conselleria de Cultura, a raíz de la denuncia de un particular, urgió a principios del pasado año a El Campello a frenar el imparable deterioro de la torre, pidiendo al Ayuntamiento que instara al dueño a actuar de forma urgente para garantizar la conservación del bastión. Desde el Consistorio señalaron que en el pleno del jueves darán detalles de esta situación, con motivo de la moción que se abordará sobre la torre.

Por su parte desde la empresa señalaron que su disposición es colaborar con el Ayuntamiento en buscar una solución, recordando que existen ayudas para actuar en este tipo de bienes protegidos y que está abierta a la cesión a cambio de alguna compensación urbanística, recordando por ejemplo que el PGOU de 2011 que fue anulado en 2016 contemplaba este tipo de contrapartidas. Y también agregaron que hace un tiempo trataron de corregir el error del Catastro sin éxito.

Informes

Varios informes han advertido en los últimos años del deterioro de este inmueble, cuyo estado es ruinoso, presenta grandes grietas, desprendimientos, carece de cubierta, lo que agrava su estado por las lluvias, y ha sufrido pintadas. En 2018 en Ayuntamiento, bajo gobierno del cuatripartito de izquierdas, encargó un estudio arquitectónico para evaluar las obras que son necesarias y su coste, para con esa base reclamar a la propiedad que actuara de urgencia y frenara su deterioro, aunque Frax también asegura que nunca se contactó con ellos. Este estudio estimaba que una primer intervención requeriría una inversión de 115.000 euros y una reforma completa alcanzaría los 300.000 euros.

Además, Carlos Pérez, otro vecino de El Campello, ha remitido este mes un escrito a la Conselleria advirtiendo del mal estado de la torre, exigiendo que se adopten medidas para garantizar su conservación.