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San Vicente da un ultimátum al concesionario del velódromo: O paga o cierra

Le da dos semanas para depositar la garantía de 137.000 euros o resolverá el contrato y dejará sin servicio el complejo. Deportes estudia si es posible la municipalización

Una competición ciclista en el velódromo de San Vicente. HÉCTOR FUENTES

El Complejo Deportivo Sur de San Vicente del Raspeig, más conocido como velódromo, nació en 2014 envuelto en polémica. Un edificio municipal que costó cerca de cinco millones y medio de euros, gestionado por una concesión durante diez años con posibilidad de prórroga por otros cinco, y que desde el primer momento ha generado críticas por los continuos incumplimientos por un lado, y por la escasa fiscalización municipal por otro.

Ahora el Ayuntamiento da una nueva vuelta de tuerca con el objetivo cada vez más firme de dar por finalizada la concesión y aluden a los "incumplimientos del contrato" de la concesionaria. Unos incumplimientos que se remontan a 2016 y con los que el ahora concejal de Deportes, David Navarro, de Podemos, ha sido muy crítico.

El alcalde, Jesús Villar, acaba de firmar un decreto que es básicamente un ultimátum para la mercantil. La concesionaria tiene un plazo improrrogable de 15 días para reponer la garantía definitiva de 137.540 euros o en caso de que no la deposite el consistorio ya anuncia su intención de resolver el contrato. Y con ello dejar sin servicio el recinto deportivo.

Este paso se suma al que se dio el 27 de octubre de 2021. Aquel día en el pleno se acordó la incautación parcial de la garantía definitiva de 137.540 euros porque el concesionario no había realizado las mejoras en el Complejo a las que se había comprometido en su oferta y que precisamente le habían favorecido para ser el adjudicatario de la gestión.

Si finalmente se produce una resolución de la concesión del Complejo Deportivo Sur la situación se complica para las empresas subrogadas por la concesionaria. Actualmente se ofrece el servicio de gimnasio, otra empresa gestiona las pistas de pádel y una tercera el bar de la instalación. Y el propio acalde reconoce que "cualquier solución es mala", puesto que tendrán que dejar de prestar el servicio.

El Ayuntamiento está ahora mismo estudiando qué alternativas hay si finalmente se resuelve el contrato. Y una de las que baraja es la municipalización de este complejo deportivo.

El flamante concejal de Deportes y nuevo miembro del equipo de gobierno recuerda que la mercantil tenía por contrato que cumplir unas obligaciones como el mantenimiento de las zonas verdes, la limpieza y la presentación anual de las cuentas que no hay hecho. Navarro explica que las cuentas únicamente las ha presentado dos veces "y parcialmente", puntualiza. "Los dos primeros años las presentó de forma incompleta, pero ya no las ha presentado y esto puede dar lugar a la resolución e incoar el expediente de rescisión unilateral".

La resolución del contrato ha estado sobre la mesa del equipo de gobierno varias veces. Y de hecho en el último pleno de febrero se retiró del orden del día la resolución del contrato que había preparado el anterior edil de Deportes y también de Contratación, Guillermo García. El nuevo edil de Deportes pidió retirarlo para poder hacer un estudio de soluciones y así se lo planteó al equipo de gobierno y también a la oposición. Y deja claro que su objetivo es "dentro de nuestras posibilidades, asumir la gestión directa".

Para ello, Navarro reconoce que ha abierto una ronda de reuniones con departamentos municipales para estudiar la posibilidad de destinar empleados al Velódromo. Este miércoles el edil junto al alcalde se reúnen con el área de Contratación. Mientras que la semana que viene se ha emplazado con la concesionaria.

La mercantil "primero tiene que cumplir con sus obligaciones, ponerse al día. Y nuestra intención es minimizar el impacto que puede tener la rescisión del contrato", admite el edil de Deportes, quien explica que el mejor escenario sería aquel en el que no se paralice el servicio. Y a la vez admite que "estamos viendo todo aquello que podemos asumir de forma directa, en Recursos Humanos con el personal necesario, tenemos que ver las posibilidades de asumir la limpieza y las zonas verdes, y el servicio de bar se tiene que licitar". Y sobre las empresas que pagan un alquiler a la concesionaria el concejal de Deportes señala que no pueden reclamar al Ayuntamiento, "tienen un contrato con la empresa y tendrán que demandarla".

El edil que durante años ha sido muy crítico con la gestión que se realizaba en el velódromo debido a los incumplimientos del contrato, también arremetió en numerosos ocasiones contra el equipo de gobierno por no convocar las reuniones periódicas a las que estaba obligado para hacer el seguimiento de la concesión. "Los contratos están para cumplirlo y nosotros debemos ser la salvaguarda de los intereses y derechos del consistorio".

El grupo municipal Popular ya preguntó en este pasado pleno sobre el velódromo. El portavoz Óscar Lillo explica que no está claro de quién depende este contrato, si de Deportes o de Contratación "porque Contratación tiene un documento desde octubre para someterlo al pleno para iniciar los trámites de la reversión de todas las instalaciones. Y no sabemos por qué no se ha llevado ni en octubre, ni en noviembre, ni en diciembre. Y ahora que se iba a llevar en febrero se retira de las comisiones para que el concejal busque alternativas. ¿De qué área depende entonces?", se pregunta Lillo, porque hasta ahora todo el expediente estaba hecho por Contratación.

Lillo explica que las alternativas son mantener la gestión público-privada o la municipalización. "Pero en 7 años no han municipalizado ningún servicio, al final se dedican a vender humo". Y recuerda que de esta concesión dependen las empresas del gimnasio, la cantina o el pádel "¿van a dejar de dar el servicio o qué fórmula va a buscar el Ayuntamiento?".

Por su lado, desde Ciudadanos, la concejal Mariela Torregrosa ha explicado que "este contrato, igual que cualquier otro, está para cumplirse y el pliego contempla además mecanismos para obligar al concesionario a realizar las mejoras comprometidas, controlar su correcta ejecución e incluso su resolución si no se cumple lo acordado, algo que por lo que parece no viene de ahora sino que viene ocurriendo desde el año 2016".

El grupo advierte que siempre ha votado a favor de exigir al concesionario la ejecución de todas las mejoras en las instalaciones que incluyó en su oferta cuando resultó adjudicatario del contrato.

El equipo de gobierno conoce los incumplimientos del contrato del velódromo desde 2016, cuando dejaron de presentar los balances económicos y dejaron de poder fiscalizar. Tampoco se ha estado realizando la supervisión del contrato, el mecanismo de control con el que contaba el Ayuntamiento. Y es una cuestión que el nuevo concejal de Deportes ha puesto sobre la mesa en numerosas ocasiones.

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