Mutxamel va a potenciar las actividades para dar a conocer la zona del Bec de l'Àguila y poner en valor su fauna y flora. Después de seis años de gestiones, este entorno acaba de recibir la denominación de Paraje Natural Municipal, por lo que se convierte en el segundo de la comarca de l'Alacantí, después de Els Plantadets de Xixona.

El DOGV recoge este martes 16 de agosto el decreto de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica que regula los aspectos básicos de ordenación, normas de usos y actividades para la protección de un entorno natural de una peculiar riqueza ecológica, con plantas protegidas y restos de una antigua explotación minera de este paraje.

Desde el Ayuntamiento se sienten muy satisfechos tras haber iniciado en 2016 los trámites para lograr esta denominación. Desde 2008 estaba catalogada como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), aunque el objetivo del Ayuntamiento ha sido aumentar el nivel de protección. A la vez, también dar a conocer un paraje donde se organizan con frecuencia actividades relacionadas con la naturaleza: rutas senderistas, jornadas de observación de aves y de botánica, ya que el Bec de l’Àguila es una microrreserva de flora por la existencia de la especie endémica Vela Lucentina. De ahí que el consistorio anuncie que se van a incrementar las actividades allí.

La concejala de Medio Ambiente de Mutxamel, Lara Llorca se muestra muy satisfecha tras el esfuerzo administrativo. Y pone en valor que la declaración de paraje "nos permitirá poner en valor el patrimonio natural municipal y dar visibilidad a todas potencialidades desde el punto de vista de su fauna, flora, ecosistema".

“Esta declaración es otro hito en la línea de recuperación y de puesta en valor medioambiental y de patrimonio de Mutxamel. Hace años se consiguió que fuese una zona de especial protección para las aves, al formar parte de la ZEPA del río Monnegre, pero desde el Ayuntamiento pensamos que esa categoría no daba un nivel de protección suficiente y empezamos a reclamar un nivel superior. Ahora hemos conseguimos ampliar el nivel de protección a todo el paraje natural”, añade la edil.

 A finales de julio, el Pleno del Consell aprobó el decreto que declaraba el Bec de l’Àguila como Paraje Natural Municipal. El decreto incluye las normas básicas de ordenación del enclave, así como normas de regulación de usos y actividades, con el objetivo de garantizar su protección en razón de la conservación y mejora de la fauna y flora y también de sus singularidades geológicas, paisajísticas, sociales y culturales.

Creación de un Consejo de Participación

El texto del decreto recoge que la administración y gestión del Paraje Natural Municipal corresponde al Ayuntamiento de Mutxamel, que debe crear un Consejo de Participación compuesto por siete miembros, como órgano colegiado de carácter consultivo, con la finalidad de colaborar en la gestión y canalizar la participación de los propietarios e intereses sociales y económicos afectados.

El régimen de protección establecido para el Bec de l’Àguila establece, con carácter general, la prohibición en el ámbito del Paraje Natural Municipal de aquellos usos o actividades cuyo desarrollo pueda suponer un deterioro o regresión de los valores naturales cuya protección se pretende. Se excluye, la utilización urbanística de los terrenos incluidos en el ámbito del espacio natural protegido.

El entorno

El Paraje Natural Municipal Bec de l’Àguila comprende una superficie de 467,26 hectáreas localizadas en la zona más montañosa del término municipal de Mutxamel, un entorno con un gran valor paisajístico. Forma parte de las Cordilleras Béticas, concretamente en la Prebética, en la que predominan rocas sedimentarias continentales y litorales del Triásico.

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En esta zona se encuentra el Barranc dels Cocons, que se caracteriza por la presencia de las antiguas Mines de l´Ocre. En el fondo del barranco se pueden observar unas oquedades en la roca, más o menos circulares, formadas por la disolución de la caliza, donde se embalsa el agua.

Se trata de un área con vegetación protegida entre las que destacan el palmito, el rabo de gato, falsos tomillos, cantueso, tomillo o creuadeta d’Alacant. En materia de fauna protegida está presente el eslizón ibérico, el sapo partero común o la culebra de herradura. La zona, asimismo, cuenta con hábitats de gran importancia para el alzacola y tiene uno de los escasos núcleos reproductores del camachuelo trompetero en la Comunidad Valenciana, así como aves rapaces como el águila-azor perdicera o el halcón peregrino.