Fiebre por las plantas solares en Mutxamel: lluvia de solicitudes a pesar de estar suspendidas las licencias

El Ayuntamiento ha encontrado un inesperado aliado en asociaciones que rechazan las extensas ocupaciones de terreno por parte de estos paneles energéticos

El proceso de peticiones se encuentra paralizado desde agosto y el Consistorio estudia desde entonces una regulación que limite estas instalaciones

Una planta solar en la comarca de l'Alacantí, en una imagen de archivo.

Una planta solar en la comarca de l'Alacantí, en una imagen de archivo. / Áxel Álvarez

El Ayuntamiento de Mutxamel manifestó por última vez su oposición a la instalación de una planta solar en su término municipal el pasado 11 de marzo, pero el grifo de la polémica sigue abierto. De hecho, tan solo un día después, el 12 de marzo, la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo emitió una nota en la que se hizo pública la solicitud para implantar una central de estas características, "denominada Bonalba FV", y también, "su infraestructura de evacuación", en terreno mutxamelero, concretamente, en suelo no urbanizable.

Ahora, este proyecto ha sido objeto de alegaciones, como la presentada esta misma semana por la asociación Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA). La agrupación ha mostrado su rechazo a la colocación de las placas, ya que, a su juicio, causaría "impactos incompatibles con la adecuada protección y conservación del territorio, del medio ambiente y del paisaje". Así lo han explicado en un comunicado, en el que han denunciado que "existe una burbuja especulativa vinculada a las energías renovables que amenaza con deteriorar, innecesaria y gravemente, la biodiversidad y el paisaje de muchos territorios".

Daño paisajístico

Por este motivo, la organización ecologista ha pedido priorizar "las instalaciones solares fotovoltaicas sobre cubiertas de edificios ya construidos" por encima de "ocupaciones extensivas de territorio". En relación a este tipo de centrales masivas, la sociedad matiza que, siempre que su instalación "fuera necesaria", habría que "dar preferencia las ocupaciones de territorios de bajo valor agrícola, cultural, ambiental y paisajístico y sometidos a bajos riesgos naturales".

Pese a todo, el no a este proyecto no implica que la asociación sea contraria a las energías renovables, de las que destaca su valor "como arma contra el cambio climático y sus efectos". La agrupación es partidaria de "fomentar" estos complejos, pero siempre que se ajusten al "marco de un modelo respetuoso con el territorio y sus valores protegibles".

En términos similares se pronunció el alcalde de Mutxamel, Rafael García Berenguer (PP), semanas atrás, cuando definió la postura del municipio en este tema con una contundente frase: "Renovables sí, pero no en todas partes". Sus declaraciones fueron en alusión a otra planta solar, "FV Valledelsol", a la que el máximo organismo municipal mostró su oposición el pasado mes. AHSA, donde el Ayuntamiento parece haber encontrado un inesperado aliado, también presentó sus alegaciones contra una central que pretendía ocupar una superficie de más de medio millón de metros cuadrados y colindante a una zona residencial.

El primer edil describió como "colosales" las dimensiones sobre las que se proyectaba este recinto fotovoltaico, que rodearía "a todo un área urbana" y que además, afectaría "directamente a espacios naturales, de especial protección y forestales que tienen un gran peso ambiental y natural para el entorno del municipio". Estas palabras son solo un ejemplo de la posición que ha tomado el Consistorio, que trata de poner puertas al campo para frenar la fiebre por la industria fotovoltaica que se vive en la localidad. Sus esfuerzos se materializaron el pasado agosto, cuando el Ayuntamiento suspendió dar licencia a estas granjas con el fin de estudiar una regulación que las limite y dejar establecido en qué zonas se pueden instalar.

Valle del Sol, foco del conflicto

Esta medida de suspensión tiene una vigencia de dos años y fue aprobada por unanimidad en el pleno de julio ante la avalancha de peticiones. Entonces, el Ayuntamiento tenía sobre la mesa 18 solicitudes, y a pesar de el proceso que se encuentra paralizado, el número no ha hecho otra cosa que crecer. Sin ir más lejos, a principios de este año, una compañía comunicó sus intenciones de levantar una gran planta solar con casi 50.000 placas. El recinto ocuparía una superficie de 17 hectáreas, dentro de un recinto vallado de 47 hectáreas en el norte del término municipal, concretamente en la partida Boter, colindante con la urbanización Valle del Sol, que sin desearlo, acaba formando parte del escenario de este conflicto.

La controversia está lejos de acabar y no parece que vaya a entrar pronto en su último capítulo. Esa es la sensación que tienen en el PSOE, principal fuerza de la oposición, que lamenta que desde que se aprobó la suspensión de lincencias no se ha podido avanzar en nada y el panorama sigue siendo el mismo que en verano. Miembros socialistas apuntan a que desde el equipo de gobierno, con quien este medio ha tratado de contactar, les han transmitido que no tienen en estos momentos empleados suficientes para abordar esta cuestión y consideran que la raíz de todos los problemas está en el hecho de que el municipio carece de un Plan General de Ordenación Urbana. Esta situación ha provocado que el Ayuntamiento haya tenido que aplicar normas subsidiarias, un intrumento alternativo al PGOU, con el fin de hallar una solución -por medio de la zonificación de terrenos- a una polémica que está lejos de su final.

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