Preocupante aumento de robos con violencia y hurtos en El Campello

Fuentes policiales afirman que se están produciendo delitos que "hacía tiempo que no se veían"

La ciberdelincuencia también se dispara en la localidad, reflejo de un problema en auge que afecta por igual y exponencialmente a toda Europa

Parte de la flota de vehículos de la Policía Local de El Campello.

Parte de la flota de vehículos de la Policía Local de El Campello. / Pilar Cortés

Hace unos días se conoció que El Campello es el municipio de la provincia de Alicante donde más crece la criminalidad. El dato habla por sí solo. En el último año, los delitos se han incrementado un 26,5%. En números absolutos, esto se traduce en un total de 1.634 infracciones penales. La cifra refleja una realidad preocupante, sobre todo si se pone la lupa en ciertos tipos de crímenes que han experimentado un repunte acentuado.

Es el caso por ejemplo de los robos con violencia e intimidación, que se han disparado un 133,3% tras pasar de seis a catorce. Según especifican fuentes policiales, estos asaltos se dan en plena vía pública y las víctimas son sobre todo personas mayores. "Hacía tiempo que no se veían", comentan de puertas para dentro en la comisaría, donde la inquietud ya se nota en el ambiente. 

Carmelo Hernández, profesor de Criminología Aplicada de la Universidad de Alicante y asesor del área de Psicología Jurídica del Colegio Oficial de la Comunidad Valenciana, comparte su análisis sobre la situación y destaca el modus operandi empleado por los autores de estos crímenes, "cada vez más sofisticados". "Hacerse pasar por borrachos" o "acercarse a ti hasta que bajes la guardia" son algunas de las formas de actuar de unos delincuentes que lo tienen "todo muy estudiado", desde las "franjas horarias" a la "información relacionada con las cámaras seguridad" que puede haber instaladas en una determinada zona.

¿Y cómo puede responder la sociedad a esta amenaza? "Facilitar el acceso a la denuncia" o "promover la colaboración ciudadana" son dos ideas que aporta el experto de la UA y que podrían frenar el ascenso de este tipo de crímenes, que no son los únicos en auge. También llamativa es la subida en el número de hurtos, que se podría decir que se produce más de uno al día. Hasta 393 registró el municipio el pasado año, frente a los 270 contabilizados en 2022. Miembros del cuerpo municipal aseguran que este tipo de actos se suelen producir en invierno, cuando las segundas residencias de propietarios que veranean en el municipio se convierten en viviendas deshabitadas, escenario codiciado por los amigos de lo ajeno.

Bandas que funcionan "como una empresa"

El docente consultado para la elaboración de esta noticia explica que detrás de estos crímenes no hay siempre un individuo, sino que es común que sea una banda, "un grupo organizado de personas con códigos de funcionamiento como los de una empresa". En este sentido, Hernández considera que detrás de estos grupos "hay una personalidad criminal muy interesante de perfilar" y que les ha llevado a "descubrir que están formados por verdaderos clanes familiares", que son "itinerantes", es decir, "se deslocalizan para que resulte difícil capturarlos".

"Es un estilo de vida, una industria", revela el criminólogo, que sostiene que en lo que se refiere a bandas extranjeras, llegan incluso a aplicar lo que se conoce como "hibridación étnica". Un término técnico que da nombre a la práctica de buscar ciudadanos de las zonas en las que actúan que, tentados por la idea de dinero fácil, acaban formando parte de un grupo heterogéneo que se camufla como una pieza más en el puzle de la sociedad.

Pero si hablamos de rompecabezas, hay que mencionar la ciberdelincuencia. Las estafas informáticas pasan de 207 a 356 y crecen un 72% en El Campello, pero la tendencia más preocupante radica en la categoría de otros ciberdelitos, que se han desbocado y aumentan un 331,6%: de 19 que se cometieron en 2022 a 81 perpetrados en 2023. Hernández remarca la importancia de "formar y tener con la antena puesta a los cuerpos y policías" porque "esta coordinación puede salvar vidas", ya que tal como recuerda el experto, los delincuentes llegan a utilizar "mecanismos coercitivos muy salvajes para obtener beneficios ilícitos".

El docente no resta magnitud a una lacra que "no es problema concreto de un territorio ni de un país", sino que "afecta de manera exponencial a toda Europa", por lo que el incremento registrado en El Campello hay que interpretarlo como un reflejo de lo que está sucediendo en todo el continente. Lo cierto es que quienes perpetran estos ataques "son inalcanzables para la Policía Local, de aquí y de todos los ayuntamientos", reconocen fuentes municipales, que agregan que es un "asunto exclusivo de la Guardia Civil", aunque "la coordinación de los dos cuerpos funciona".

Eso es lo que trasladan desde el Ayuntamiento. Sin embargo, el Sindicato de Policías y Bomberos (SPPLB), del que forma parte la mayoría de la plantilla de la Policía Local de El Campello, reclama al Consitorio adoptar "medidas urgentes" para contener la oleada de cibercriminalidad, sino de la delincuencia en general. En un comunicado, la formación critica el "silencio absoluto" por parte del alcalde, Juanjo Berenguer (PP), y pide "solicitar la convocatoria urgente de la Junta Local de Seguridad con la presencia también de la Subdelegación del Gobierno". Esa medida permitiría "analizar la situación y adoptar medidas por ambas Administraciones a corto plazo". 

Plantilla "precaria"

A largo, la solución pasa por corregir "la precariedad de la plantilla". Eso al menos es lo que transmiten fuentes policiales, que dan detalles de cómo están en estos momentos la nómina de agentes. La comisaría cuenta actualmente con 58 efectivos para velar por la seguridad en un municipio que cuenta en su territorio con varios "núcleos de población muy diseminados". "No damos vigilancia preventiva porque no podemos", admiten con resignación desde el cuerpo, que recuerdan que cuando un agente llega a los 55 años "ya no hace servicio de calle", en alusión directa a la media de edad de la comisaría: 47 años.

Estos datos chocan de lleno con la normativa vigente y las recomendaciones de la Unión Europea, que sugiere que, para una ciudad con una población de 31.000 habitantes, el cuerpo local debería estar formado por "al menos 75 policías". Esta falta de medios humanos se ve agravada por "seis jubilaciones que no se han cubierto" y el "traslado solicitado por dos compañeras", que han dejado en cuadro un personal que trabaja en un edificio donde "desde hace varios meses no funciona el agua caliente" y en el que "los malos olores en los vestuarios" son la tónica general, según denuncia el sindicato policial.