Unanimidad para la repatriación de Rafael Altamira y Pilar Redondo

El Ayuntamiento de El Campello aprueba con el voto a favor de todos los grupos la repatriación de los restos de Rafael Altamira.

El Ayuntamiento de El Campello aprueba con el voto a favor de todos los grupos la repatriación de los restos de Rafael Altamira. / INFORMACIÓN

Elena Sanz López

Elena Sanz López

El Campello ha institucionalidado la voluntad de repatriar los restos del literato, Rafael Altamiray de su esposa, Pilar Redondo

Este ha sido uno de los pocos asuntos que han unificado el voto de todos los grupos municipales. Así se refleja en el acuerdo que ayer oficializó el pleno del Ayuntamiento de El Campello a propuesta del equipo de Gobierno. 

Todos los concejales han respaldado que se realicen los trámites necesarios por parte del Ayuntamiento, junto con la familia Altamira, para conseguir el propósito de traer desde Mexico los restos del humanista exiliado durante la dictadura y de su cónyuge, así como solicitar la colaboración de otras administraciones públicas para la consecución del fin, aunque «los trámites ya están muy avanzados», ha declarado Juanjo Berenguer, alcalde de El Campello, después de dos años en los que se han superados no pocos trámites burocráticos en los que Ayuntamiento y familia Altamira han ido siempre de la mano, y ya se ha conseguido que la Generalitat Valenciana aporte una cantidad económica que se hará efectiva en los próximos días. En todo este tiempo, el respaldo ha sido inequívoco, además de la Generalitat, también por parte de la Diputación Provincial, la embajada de España en México y la embajada de México en España.  

Sobre Rafael Altamira

Rafael Altamira Crevea nació en Alicante el 10 de febrero de 1866, y falleció en México el 1 de junio de 1951. Fue un humanista historiador y americanista, pedagogo, jurista, crítico literario y escritor, con una dilatada actividad en los distintos ámbitos en los que desarrolló su vida. Estuvo muy vinculado a los proyectos de la Institución Libre de Enseñanza, alumno y amigo de Francisco Giner de los Ríos y fue secretario del Museo Pedagógico Nacional.

Doctor honoris causa en 8 universidades de América y Europa y miembro de 9 instituciones académicas, recibió infinidad de condecoraciones nacionales e internacionales.

Falleció en el exilio, en México. En la actualidad los restos reposan en una sepultura en el Pabellón Español del cementerio del Distrito Federal, en mal estado de conservación y deteriorada por el paso de los años.

En alguno de sus escritos, y en declaraciones vertidas en la prensa de la época, el humanista siempre tuvo a gala valorar su estrecha vinculación con el municipio de El Campello, donde pasó su niñez y adolescencia y en cuyo cementerio descansan sus progenitores.

En una entrevista concedida al diario "El Día" el 2 de mayo de 1935, el ilustre personaje declaró que "cuando se me aparte de la vida oficial, me retiraré al rincón de mis amores más grato: a Campello".