Ayer nos desayunábamos con la triste noticia del fallecimiento a los 87 años del industrial alcoyano Rafael Pascual Albero, más conocido como «Felino». Un empresario como los de antes, promotor de uno de los conglomerados textiles más importantes de la comarca y presidente que fue en su día del instituto tecnológico del sector (AITEX).
Su aportación al crecimiento económico tanto de Alcoy como de los municipios limítrofes fue indudable, a través de la creación de empresas como Antecuir, Interfabrics, Textiflock o Textiles Pascual. De carácter humilde, sus negocios también contribuyeron a generar empleo, con cerca de medio millar trabajadores a su cargo a los que siempre trató de inculcar su vocación emprendedora.
Y es en este aspecto en el que «Felino» destacó de forma extraordinaria, ganándose el afecto de sus empleados, hasta tal punto que hace tres años decidieron tributarle un homenaje colocando un busto del propio industrial en la plaza Armando Santacreu.
La secretaria general de CCOO en las Comarcas Centrales Valencianas, Manuela Pascual, recordaba en la jornada de ayer, tras pasar por el tanatorio, cómo Rafael Pascual era capaz de conocer personalmente a todos los trabajadores que componían su amplísima plantilla, a los que trataba con respeto y aprecio.
Aparte de su vocación empresarial, «Felino» también estuvo muy involucrado en los aspectos sociales de la ciudad a la que amaba, colaborando de forma altruista en multitud de actividades relacionadas con la Fiesta o los deportes.
El alcalde, Antonio Francés, resaltaba este hecho, al señalar que Alcoy había perdido un gran empresario con muchas ideas y el empuje necesario para llevarlas adelante, capaz de generar riqueza y empleo en todo el territorio. Pero también añadía, por encima incluso de este hecho, su carácter humilde, que lo convirtieron en una persona estimada que Alcoy siempre recordará.
El funeral en recuerdo de este gran industrial, querido por sus trabajadores y por todos cuantos lo conocieron, tendrá lugar hoy a las 11 horas en la parroquia de San Mauro y San Francisco.
