El inicio de la peatonalización del centro de Alcoy desviará el tráfico a calles más estrechas que por donde discurre ahora. No obstante, el Ayuntamiento confía en evitar que eso tenga mucho impacto en esas vías gracias a diversas medidas para regular el paso de vehículos y darle fluidez, y que, a medio plazo, los posibles inconvenientes sean incluso menores que ahora al cambiar los hábitos de movilidad de la población y disminuir el volumen de desplazamientos. En este sentido, se espera sobre todo una gran reducción de los trayectos que no tienen origen o destino el centro de la ciudad sino que solo pasan por él.

El concejal de Movilidad, Jordi Martínez, dio a conocer las primeras medidas del plan de peatonalización, cuya primera fase arrancará el próximo 29 de marzo. A partir de ese día la calle San Lorenzo estará totalmente cortada al tráfico, mientras que la de San Nicolás solo permanecerá abierta en sentido de subida, para acceder hacia la Zona Alta, de manera transitoria hasta la siguiente fase. Son las dos calles principales del centro histórico de Alcoy y por las que discurre gran parte del tránsito, junto con las de Santo Tomás y Gonzalo Barrachina, accesos respectivos al puente de San Jorge y al Viaducto de Canalejas.

Esto supondrá que el tráfico de San Nicolás en dirección al centro se desvíe por las calles La Cordeta y Casa Blanca, más angostas y por donde es necesario realizar dos giros de 90 grados. En cuanto al cierre de San Lorenzo, se solventará haciendo que los vehículos accedan a la plaza Pintor Gisbert a través de las calles San Jaime, Obispo Orberá y Cura Benlloch, haciendo también dos giros de 90 grados. La avenida País Valencià pasará a ser de doble sentido desde la plaza Pintor Gisbert hasta su confluencia con la N-340. Otras vías secundarias como San José y Goya también se cortarán.

Según mediciones realizadas por el Ayuntamiento el pasado octubre, por la calle San Nicolás pasan cada día casi 7.200 vehículos, y cerca de 7.800 por Santo Tomás. En la plaza de España el tráfico asciende a 11.481 vehículos diarios. Se espera que estas cifras bajen de manera muy notable con la nueva ordenación del tráfico. En un primer momento, obviamente, es previsible que el grueso de la circulación recaiga sobre las calles por las que se desviarán los vehículos; la de Casa Blanca podría pasar de 77 a 377 vehículos cada hora, y la de San Jaime de 77 a 658. Sin embargo, se contempla un nuevo descenso de la circulación en estas vías a medio plazo, gracias a que el centro deje de ser zona de paso y por estas vías únicamente discurran los «conductores cautivos» con origen o destino en la zona o que deben encaminarse por ellas obligadamente.

Con el objetivo de dar más fluidez al tráfico, se hará una nueva regulación en las calles por las que se desviará la circulación, de manera que quienes salgan desde la calle Casa Blanca a Gonzalo Barrachina tendrán preferencia, y se habilitará un carril en Santo Tomás para girar a la izquierda por San Jaime. Asimismo, pese al doble sentido en País Valencià, no será posible llegar directamente al centro desde Santa Rosa, ya que el puente de María Cristina seguirá siendo de sentido único. En unos meses, se calcula que de cara al verano, una vez que se habiliten aparcamientos disuasorios, se cerrará también San Nicolás en sentido ascendente. Estos cambios, no obstante, no afectarán al transporte público, cuyos recorridos se mantendrán de momento tal como hasta ahora.

Comienza el plazo para pedir permisos de residentes

Ayer comenzó el plazo para pedir los permisos de residentes o para una entrada puntual en las calles que se cerrarán el tráfico. El de residentes tendrá una validez de dos años y permitirá acceder a estas vías a las horas previstas en la ordenanza de peatonalización. Podrán obtenerlo vecinos de la zona -en las mismas condiciones si viven de alquiler-, propietarios de plazas de garaje, proveedores de comercios y farmacias y repartidores de comida a domicilio. Estos permisos se pueden pedir a través de la página web del Ayuntamiento o bien de manera presencial. Las autorizaciones de paso puntual, por su parte, beneficiarán a trabajadores de empresas de servicios y clientes de establecimientos hoteleros, entre otros.