Dos semanas seguidas de precipitaciones han agravado el riesgo de derrumbes en el centro histórico de Alcoy, ante el mal estado que presentan algunas viviendas, aunque hasta el momento todas las incidencias que se han registrado han tenido carácter leve y solo se ha visto afectado un inmueble que ya estaba en ruinas. El resto de los desplomes han tenido lugar en muros y márgenes y ya se trabaja para sanear estas zonas. De cualquier forma, el Ayuntamiento ha incrementado la vigilancia en este sentido.
El único incidente significativo hasta ahora provocado por el episodio de lluvias ha sido la caída parcial de una casa abandonada en la calle Sant Antoni, que no produjo heridos, aunque ha habido también un desprendimiento de tierras en el terraplén de la trasera de la calle Casa Blanca, muy cerca de las viviendas pero sin afectarlas. Las caídas de muros y cascotes de laderas, por su parte, han tenido alguna afección sobre el tráfico, si bien tampoco han causado daños personales. La más significativa ha tenido lugar en el camino de acceso al ecoparque, que quedó cortado y que se espera reabrir este martes.
También se actuará esta semana en el acceso a la autovía A-7 desde la zona del Viaducto, en la carretera conocida como del Rebolcat, donde otro deslizamiento ha socavado margen de la vía. Asimismo, se está actuando en la reparación del adoquinado en el cruce de las calles Casa Blanca, la Torre de les Maçanes y Sor Elena Picurelli, que se ha desprendido como consecuencia de la fuerza del agua.
Con todo, los antecedentes de desplomes en el casco histórico acaecidos en anteriores temporales preocupan. El Ayuntamiento ha hecho hincapié en los últimos años en llamar la atención acerca del mantenimiento de las fincas, a través de una política de revisiones de inmuebles que ha dado ya sus frutos en la aplicación de diferentes sanciones. La inspección técnica de edificios es obligatoria para todas las construcciones con más de 50 años, que en Alcoy suponen un 27% del total, según datos del Instituto Valenciano de Estadística; son 15.287 de los 56.000 inmuebles de la ciudad.
Si en la inspección rutinaria se detecta alguna deficiencia, se insta a su subsanación y se solicita una nueva revisión. A finales del año pasado, el Ayuntamiento requirió a los propietarios de 208 inmuebles la realización de estas segundas o posteriores inspecciones, dándoles para ello un plazo de tres meses a partir del 1 de enero. Es decir, teóricamente deberían llevarlas a cabo antes de este jueves. Buena parte de estas edificaciones se encuentran en las calles Casa Blanca, Sant Francesc, Sant Josep, La Cordeta y Caragol, entre otras del casco histórico. Obviamente, la exigencia de estas inspecciones no implica que la vivienda presente riesgo de derrumbe ni su estado sea especialmente malo, aunque en estas vías sí hay algunos edificios con un visible poco mantenimiento.
El concejal de Urbanismo, Jordi Martínez, señala que el Ayuntamiento lleva a cabo "un seguimiento de todas las casas del casco histórico", y que "intentamos que los propietarios mantengan las fincas". En este sentido, incide en que "hemos puesto a disposición de particulares y comunidades de vecinos instrumentos" para realizar un adecuado mantenimiento y acceder a ayudas para la rehabilitación de diferentes elementos de las viviendas.
