Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Jesús Cees vuelve a la ermita de Sant Cristòfol de Alcoy para terminar su obra

El artista pinta el techo del templo, del siglo XIV y declarado Bien de Relevancia Local, pese a que la Policía de la Generalitat investiga un posible delito contra el patrimonio histórico

Turistas visitando la ermita en la que el artista Jesús Cees sigue plasmando su obra. JUANI RUZ

Lo ha vuelto a hacer. Dos años después de pintar los frescos de la ermita de Sant Cristòfol de Alcoy, construida en el siglo XIV y ubicada en la sierra de Mariola, Jesús Cees ha vuelto al paraje para terminar su obra. El pintor dejó los techos del templo sin decorar debido a que sufrió una aparatosa caída desde una escalera mientras empezaba esta parte de su trabajo y se fracturó las dos muñecas, un accidente por el que tuvo que ser evacuado en helicóptero por los servicios de emergencias.

Recuperado de las lesiones, y haciendo oídos sordos a las advertencias de las autoridades policiales, Cees logró el pasado jueves subir un andamio de hierro. "Me ayudaron unos amigos", explica en declaraciones a este diario, al tiempo que insiste en que de este modo "podré trabajar más seguro". Su objetivo es claro, y lo advirtió el pasado mes de marzo cuando salió a la luz que el Ayuntamiento había abierto un expediente informativo por pintar sin permiso en un edificio protegido, "terminar mi obra este verano". Insiste: "falta casi la mitad. Calculo que tardaré algo más de dos meses en terminar".

Jesús Cees empezó el lunes una peculiar rutina de trabajo. Inicia cada día la subir al paraje a las cinco de la madrugada para ver amanecer allí. La ermita se encuentra a 920 metros de altura y, aunque la distancia a recorrer es de unos 2,5 kilómetros, hay un desnivel de subida de 190 metros, lo cual hace todavía más sorprendente el hecho de que el artista haya logrado llevar un andamio y todo el material necesario para continuar su labor. Cada mañana, después del amanecer, saca sus pinturas del espacio en el que las personas que cuidan el paraje guardan sus herramientas y empieza a trabajar. La estructura metálica sigue en el interior del templo tras finalizar la jornada a media mañana, lista para retomar su creación al día siguiente.

Tal y como publicó este diario recientemente, la Policía de la Generalitat está investigando al artista de Alcoy como presunto autor de un delito contra el patrimonio histórico precisamente por los murales que ahora pretende acabar. Los agentes de la unidad de Patrimonio localizaron a Jesús Cees después de que él mismo contará públicamente cómo había decorado la ermita durante el verano de 2020 pese a no contar con el permiso del Ayuntamiento, que denegó la autorización en su momento exponiendo que se trataba de una actuación "anacrónica" y que podía "dañar los materiales originales".

Desde el primer momento, el artista ha reconocido no solo ser el autor de los frescos, sino que "la vena de artista me llevó a pintar los muros", una reacción que, ha insistido, "no pudo evitar". Y es precisamente esto lo que declaró ante los agentes en calidad de investigado. La Policía de la Generalitat, tras levantar un atestado contra Cees por un presunto delito contra el patrimonio histórico, dio cuenta a la fiscalía provincial de Alicante para que abriera una investigación judicial. El artista se enfrenta a una multa, además de tener que pagar el coste de reparación de los daños ocasionados en los muros protegidos de la ermita.

Cabe recordar que precisamente por la protección del templo fueron retiradas todas las fotografías que recordaban a personas que habían fallecido y que familiares y amigos iban depositando de forma espontánea en su interior acompañadas de ramos de flores y cirios. El improvisado altar estuvo durante años en la ermita hasta que fue retirado por el Ayuntamiento.

Sin embargo, él asegura que "nadie me ha informado" al respecto "de manera oficial" y que sí es conocedor de la investigación abierta por la Policía autonómica porque "lo he visto en los medios de comunicación". Las advertencias de las autoridades, no obstante, no solo no han frenado su objetivo de terminar el trabajo que empezó en 2020, sino que tiene muy claro que "no voy a dejar de pintar así como así", tendrá que "venir la Policía y detenerme para que pare", advierte.

Cees está convencido de que "no estoy haciendo ningún daño", es más, "a la gente que sube de excursión a la ermita de Sant Cristòfol le gusta mi obra, me anima". El artista insiste en que "es algo bello y sin mala intención". Los murales, según explica, hacen alusión al santo y a todo el entorno natural que rodea esta construcción del siglo XIV.

La polémica obra ha dividido a la sociedad alcoyana en quienes apoyan el trabajo del artista y reconocen que contribuye al mantenimiento del edificio, y quienes consideran que los murales no tienen nada que ver con el entorno en el que se ubica la ermita y consideran que debería reponerse su estado original. Fuera como fuere, Jesús Cees cuenta con el apoyo de varios artistas locales, lo cual le lleva a "no desistir" y continuar con el que él mismo califica "el mejor trabajo de mi vida", tanto por su dimensión como por poder disfrutar al mismo tiempo que pinta "de un entorno privilegiado como éste".

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats