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Alcoy aprueba la liquidación del presupuesto con la abstención de la oposición

El equipo de gobierno defiende que las cuentas municipales están saneadas mientras el PP advierte del "agujero" por el remanente de tesorería negativo - El pleno aprueba una modificación de crédito de 500.000 euros para cubrir parte de ese gasto

Exterior del Ayuntamiento de Alcoy. JUANI RUZ

El Ayuntamiento de Alcoy ha aprobado la liquidación del presupuesto de 2021, con la que cierra definitivamente el ejercicio económico del año pasado y que ya avanzó el equipo de gobierno hace algunas semanas. Lo ha hecho con la crítica de algunos grupos de la oposición, que cuestionan que las cuentas municipales estén saneadas, especialmente el PP, que insiste en que el Consistorio se encuentra en una situación delicada. Sin embargo, los socialistas niegan de manera rotunda este extremo y recalcan, tal y como afirmaron cuando se avanzó esta liquidación, que tan solo existe la circunstancia coyuntural de que el remanente de tesorería sea negativo, pero que no hay ningún déficit estructural.

La liquidación presupuestaria de 2021 salió adelante en el pleno celebrado el pasado 1 de julio, con los únicos votos a favor de los 12 concejales socialistas del equipo de gobierno. El resto de ediles se abstuvieron, de la misma forma que ya habían hecho días antes en la comisión que abordó el tema previamente a la sesión plenaria, si bien algunos grupos hicieron uso de sus turnos de palabra para poner en entredicho la resolución de las cuentas anuales y, en definitiva, la gestión económica del PSOE.

El principal elemento de crítica fue el hecho de que el presupuesto se cierre con un remanente de tesorería negativo de 2,5 millones de euros, y que en este pleno se aprobara una modificación de crédito de 500.000 euros para hace frente a ese gasto, la cual salió adelante con el mismo resultado de los 12 votos a favor del equipo de gobierno y las 13 abstenciones de toda la oposición. El alcalde, Toni Francés, y la concejal de Hacienda, Vanessa Moltó, explicaron hace unas semanas que ese remanente negativo se debía a operaciones pendientes de cobro por parte del Ayuntamiento, que ascendían a 3,2 millones, pero que el presupuesto se cerraba con más de 316.000 euros de superávit.

El portavoz de Compromís, Màrius Ivorra, cuestionó la operación y consideró que podría haber sido más adecuado solicitar un crédito de 2,5 millones para cubrir todo el remanente de tesorería negativo. Además, mostró su preocupación por el hecho de que, si ahora se afrontan 500.000 euros de ese saldo negativo, en el próximo presupuesto tendrán que cubrirse los 2 millones restantes. "Nos gustaría que nos explicaran por qué no podemos hacer un crédito, y si tendremos que tener un superávit de 2 millones" en las próximas cuentas, indicó.

Sin embargo, las críticas más duras fueron las del PP, que ahondó en cuestiones que ya había lanzado semanas atrás. El portavoz de este grupo, Quique Ruiz, aseguró que "los síntomas de la delicada situación económica del Ayuntamiento son evidentes y constantes", y acusó al equipo de gobierno de hacer "una gestión irresponsable, cuestionada y rechazada por los técnicos". Afirmó que "el remanente de tesorería es palmario: no salen las cuentas", y consideró que "en lugar de hacer un discurso triunfalista, nos gustaría que el gobierno informara sobre las consecuencias legales de cerrar el presupuesto con déficit".

El edil añadió que el PSOE "está en la obligación de explicar cómo piensa cerrar con superávit el presupuesto de 2023, qué medidas va a adoptar para tapar el agujero; si será con una subida de impuestos, o recortando gastos y, por tanto, servicios, inversiones, subvenciones y ayudas". Una cuestión que replicó la concejal de Hacienda, que hizo hincapié en que "lo que mide si los ingresos han sido suficientes para afrontar los gastos es el resultado presupuestario, y ha sido positivo". Insistió en que el remanente de tesorería es negativo por los pagos que se quedan en "dudoso cobro" por su demora, y que mientras tanto "el Ayuntamiento está pagando a nueve días" a sus proveedores.

Moltó reiteró que la presión fiscal en Alcoy "está por debajo de la media autonómica y estatal", y señaló que "desde que estamos en el gobierno hemos conseguido 20 millones de euros en subvenciones, y este año otros 20 millones", por lo que instó a Ruiz a "pensar en si estamos haciendo o no una planificación de ciudad". La edil socialista recriminó al portavoz popular que votara en contra del presupuesto de 2022, y le indicó que "las medidas que vamos a tomar son para garantizar que el año que viene incluso el remanente de tesorería sea positivo, como ya lo son todos los demás factores".

También el alcalde aseveró que el equipo de gobierno "aprobará el presupuesto de 2023 sin subidas de impuestos y sin recortes de servicios", y afirmó que el edil del PP había "aportado más confusión que aclaración de conceptos", al afirmar "que el superávit de un Ayuntamiento no tiene importancia y sí la tiene el remanente te tesorería". Admitió que "no es bueno" que ese concepto sea negativo, pero "sabemos que es un resultado coyuntural, y que estructuralmente este Ayuntamiento está saneado. Los ingresos superan el gasto estructural y, además, el remanente es un resultado acumulado, consecuencia de todo lo que hemos sufrido en estos últimos años", agregó.

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