El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil e inspectores de Pesca de la Generalitat han intervenido en Alicante cerca de ocho toneladas de merluza de talla inferior a la exigida por la ley que había sido importada de Italia. El pescado inmaduro intervenido fue localizado en siete empresas del término municipal de Alicante, aunque sólo en el almacén de la firma importadora se decomisaron 6.500 kilos, según informó ayer la Guardia Civil.

La llamada «operación Pijota» culminó el pasado viernes tras una investigación iniciada hace varias semanas por el Seprona. Los agentes recibieron informaciones que les alertaba de un posible comercio de pescado congelado con talla antirreglamentaria. El pescado era de la especie «Merluccius merluccius» y se presumía que procedía de Italia y había sido capturado en el Mediterráneo.

Tras efectuar las correspondientes indagaciones los agentes del Seprona, auxiliados por personal de la Inspección de Pesca de la Generalitat Valenciana, inspeccionaron siete empresas de Alicante dedicadas al comercio de productos pesqueros.

Las inspecciones concluyeron con la intervención de un total de 7.688 kilogramos de merluza congelada de talla inferior a veinte centímetros, que es la mínima que exige la normativa vigente. El pescado estaba almacenado en cajas de cartón de entre 15 y 17 kilogramos cada una.

Según la Guardia Civil, la merluza procedía de Italia, donde una vez congelada era transportada por carretera hasta los almacenes de una empresa importadora de Alicante. Dicha empresa, en la que fueron intervenidas cajas con 6.500 kilos de merluza, distribuía posteriormente el pescado a otros mayoristas que a su vez los comercializaban a otros establecimientos para su venta final al público.

El pescado ha quedado precintado e inmovilizado en las propias empresas donde se ha decomisado. La mercancía está a disposición de la dirección territorial de la Conselleria de Pesca, a quien el Seprona entregó las actas levantadas. Lo normal en estas intervenciones es entregar el pescado inmaduro en centros benéficos.