La Concejalía de Atención Urbana empezará esta misma semana a aplicar un tratamiento contra la electricidad estática al tobogán del parque de la Cochera de Tranvías, en el barrio de La Florida, que provoca calambres y descargas a los niños cuando se deslizan por él. El responsable del área, Andrés Llorens, contactó ayer con la empresa fabricante del aparato, elaborado en polietileno, en un intento de solucionar el problema después de que un grupo de padres y madres denunciara a este diario que en determinados días, cuando sopla mucho viento o si hay muchos niños sobre el tobogán, se llegan incluso a oír las chispas que se generan cuando los pequeños se agarran a la barandilla durante el descenso e incluso acaban con los pelos de punta. También algunos padres han sentido los calambres cuando cogen a los niños mientras bajan por el juego infantil.

Llorens, que envió a los técnicos a supervisar el aparato, explicó que el tobogán lleva en uso casi tres años, desde que el parque fue inaugurado en febrero de 2008. "Hasta ahora no había dado problemas. Parece que la electricidad estática se genera últimamente". El concejal pudo saber tras conversar con el fabricante que estos juegos infantiles de polietileno, ampliamente distribuidos por distintos países, dan más problemas en zonas de clima cálido o seco que donde llueve habitualmente. "Aunque el Ayuntamiento ha descartado ese material para los nuevos parques infantiles y estamos optando por los toboganes de aluminio o acero, los técnicos dicen que es un excelente aparato". Por este motivo, y porque es relativamente nuevo, Atención Urbana va a iniciar en los próximos días un tratamiento para "eliminar totalmente" la electricidad estática, que consiste en aplicar sobre todo el tobogán un líquido especial que hay que dejar secar.

El tratamiento se realizará durante el horario de cierre del parque puesto que serán necesarias varias horas hasta que el líquido sea absorbido por el plástico de este juego infantil que en parte de su instalación también contiene metal. "Esperamos que quede bien aislado. Si el resultado es positivo habrá que realizar el tratamiento periódicamente y repetirlo para evitar que vuelva a cargarse".

La asociación de vecinos La Voz de la Florida también se hizo eco de las quejas de padres y madres sobre los calambres provocados con el tobogán y su presidenta, Felicidad Sánchez, contactó con Atención Urbana. "Nos habían comunicado el problema y llevamos unas semanas buscando soluciones para evitar cambiar el aparato ya que es bastante nuevo y está en buen estado", dijo Llorens. Pero si con el tratamiento el problema no se elimina complemente y persistan las descargas que provoca a los niños, el Ayuntamiento procederá a sustituir el tobogán en forma de espiral por otro nuevo, fabricado en acero o aluminio "y fuera problemas".