El desplome de la recaudación municipal, la desaparición del añorado ICIO, el lastre de tener que devolver al Estado parte de los anticipos que en su día se transfirieron y, en algunos casos, la contratación masiva en años de bonanza están asfixiando ahora a los ayuntamientos. Tal es la agonía que dos de cada tres localidades alicantinas se han visto obligadas a solicitar este año a Suma que les adelante fondos extraordinarios para poder hacer frente a sus obligaciones diarias. La presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, avanzó ayer que el organismo de gestión tributaria de la institución provincial ya ha repartido hasta mayo 12,1 millones adicionales para 60 municipios de la provincia. A esa cifra se suman además los 286,9 millones de anticipos ordinarios que se han dividido entre 135 poblaciones.

Pastor detalló estas cifras durante la presentación de la memoria de 2011 de Suma y de los resultados del primer periodo de cobro voluntario de impuestos del presente ejercicio. El organismo tributario ha conseguido cobrar en lo que se lleva de año el 86,08% de los recibos (un 0,33% más que en el mismo periodo del año anterior) y ha recaudado 113,1 millones de euros (un 0,22% más).

Pese al repunte de la crisis y el aumento progresivo del paro, Suma ha logrado mejorar sus porcentajes. Sobre todo, gracias a las facilidades de pago que ofrece. Concretamente, los fraccionamientos, los aplazamientos y el plan de pago personalizado. Esta última modalidad se instauró a mediados de 2008, cuando la crisis comenzó a sentirse. Suma, dirigida entonces por el hoy diputado nacional José López Garrido, optó por que los contribuyentes decidieran cuánto y cuándo pagar sus recibos, dentro de unos márgenes. Pues bien, en el primer periodo de cobro voluntario de 2009 se acogieron a esa fórmula 869 ciudadanos; en 2010 la cantidad aumentó hasta los 2.608; en 2011 alcanzó los 3.911; y este año se han adherido a ella 5.158 personas. Desde su inicio hasta ahora, la cifra se ha multiplicado por seis.

Las estadísticas de fraccionamientos y aplazamientos también revelan las dificultades económicas que atraviesan cientos de familias de la provincia. Suma ha recaudado este año 3,1 millones con esta fórmula, mientras que hace apenas dos años la cantidad fue de 1,7 millones. Casi la mitad.

Por conceptos, la tasa con un mayor porcentaje de recaudación es la de residuos sólidos urbanos (89,34%), seguida por las derramas y consumo de agua de las comunidades de regantes (89,3%) y por el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (83,72%). Eso sí, sin contar el capítulo bautizado por Suma como "Resto" y en el que se contabilizan el alcantarillado, los vados y las exacciones municipales. Ahí el porcentaje ha sido del 90,39%. "Los resultados han sido buenos atendiendo a la coyuntura. La principal razón que lo justifica, más allá del buen trabajo de Suma, es el elevado sentido de la responsabilidad que tienen los ciudadanos de nuestra provincia", apuntó Luisa Pastor.