Aunque Alberto Fabra intente ofrecer de cara al exterior la imagen de que mantiene un cierto nivel de reivindicación frente a Madrid ahora, como apuntó en su discurso del 9 d'Octubre, que "hay un gobierno que nos escucha", lo cierto, sin embargo, es que al titular del Consell -salvado durante 2012 del temido "default" gracias al dinero del Estado- no le queda otra que diluir sus protestas para evitar meterse en charcos y ahorrarle problemas a Rajoy, como ayer evidenció el nuevo portavoz del PP en las Cortes, Jorge Bellver, en su primera comparecencia después de una junta de síndics. El PP renunciará, al menos esa es la intención, a la reforma del Estatuto -pendiente desde hace meses del trámite de debate en el Congreso- que reclamaba un paquete extraordinario de inversiones conforme a la población de la Comunidad, unos 500 millones al año. Pero, al menos por ahora, sí mantendrá la iniciativa que plantea una reforma de la financiación, a sabiendas, sin embargo de que Mariano Rajoy no piensa abrir ese melón, al menos, hasta dentro de tres años.

En su estreno en la comparecencia posterior a la Junta de Portavoces, el nuevo síndic del PP, Jorge Bellver, avanzó, inicialmente, su intención de aparcar la reforma del Estatuto para arrancar más inversiones y también la propuesta de modificación de la financiación autonómica, un debate que el Congreso aplazó el pasado 9 d'Octubre y para cuya defensa estaba designado el imputado Rafael Blasco. Por la tarde, fuentes del PP rectificaron sobre la reforma de la financiación que, de momento, seguirá adelante para "salvar" la cara de Fabra, que pide más dinero en Valencia aunque calla cuando llega a Madrid. Aunque sí ratificaron la intención de los populares de abandonar, por ahora, el cambio del Estatuto, cuya última reforma data de 2006. Una decisión que supone otra enmienda a la gestión de Francisco Camps, que impulso la modificación durante su mandato para equiparar la inversión a la de Cataluña. De un plumazo, el PP se carga ahora una propuesta que, en su día, salió adelante con el respaldo de populares, socialistas y Compromís. EU se abstuvo.

"Parece razonable -apuntó Jorge Bellver tras la junta de portavoces- que se estudie la posibilidad de que con esta reforma se pudieran integrar las iniciativas pendientes en Madrid, siempre manteniendo, como no puede ser de otra forma, la reivindicación de una financiación justa para la Comunidad". La aprobación de la reforma pendiente de debate en el Congreso obligaría, de acuerdo con el actual Estatuto, a la celebración de un referéndum de ratificación. Ahora Fabra, además, quiere poner en marcha otra modificación del Estatuto para, entre otras cosas, reducir el número de diputados de las Cortes. De alcanzar un acuerdo toda vez que cambiar ese texto obliga a un consenso, se tendría que realizar otra consulta. Así que el PP, como justificación oficial, apunta que lo mejor es unir ambos procesos. Más allá de eso, slo cierto es que la decisión de los populares le quita un marrón de encima a Rajoy y también al propio Fabra, justo ahora que se intensifica la escalada soberanista en Cataluña.

La iniciativa cambiar la financiación autonómica, de momento, se mantendrá en el Congreso. Pero, sin embargo, los populares valencianos no tienen tampoco muchas ganas de discutirla. Es uno de los pocos asuntos en los que hay unanimidad en las Cortes pero, sin embargo, cuando el tema llega a Madrid, al PP le entra el temblor. Tuvieron oportunidad de discutirla el martes. Ayer, Bellver, sin embargo, anunció que presentará una queja por sustanciar ese punto en el orden del día coincidiendo con la celebración institucional del 9 d'Octubre.

El PSPV pide elecciones anticipadas si el Consell diluye la reivindicación

Los socialistas valencianos, por boca de su portavoz en las Cortes, Antonio Torres, adelantaron que si el PP "renuncia a exigir una financiación justa" para la Comunidad Valenciana, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, "quedará deslegitimado y deberá convocar elecciones anticipadas". "Los valencianos no nos merecemos un presidente que está permanentemente arrodillado ante Rajoy". Tanto el PSPV como Compromís avanzaron que sólo negociarán una reforma del Estatuto de carácter "global". Es decir, que no quieren entrar únicamente en las cuestiones que propone el PP sino también en otras, como podría ser el listón electoral, de las que los populares no quieren ni oír hablar.