El Ejército forma a expertos en Urgencias para actuar ante un atentado yihadista

El horror que se vivió en Bataclan o los recientes atentados en Londres demuestran que nos tenemos que acostumbrar a convivir con una permanente amenaza terrorista. Un nuevo escenario que obliga a cambiar muchas cosas, también la forma de trabajar de los médicos y enfermeros que atienden las emergencias. Con este objetivo, enfermeros militares participaron ayer en Alicante en un curso para enseñar al personal sanitario a actuar en un atentado terrorista con tiradores activos. El curso se celebró en las Cigarreras, en el marco del 29 congreso de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), que reúne hasta mañana en Alicante a cerca 2.700 expertos.

Frente al caos que rige en este tipo de atentados, siempre hay unas reglas de oro que es importante conocer y seguir para tratar de salvar el mayor número de vidas. «Lo primero que nos han explicado es que los sanitarios pasamos a un segundo plano y no podemos intervenir hasta que la zona no esté asegurada y nuestra vida no corra peligro», señala Blas Giménez, presidente del Comité Científico del congreso. De hecho, si el riesgo persiste «son los militares quienes trasladan a las víctimas a zonas seguras para que sean atendidas por los médicos».

El escenario de actuación también cambia. «La zona se divide en caliente, templada y fría siguiendo un consenso internacional», señala Luis Orbañanos, coordinador del grupo de Enfermería Militar de Semes. El hospital de campaña se instala generalmente en la templada o en la fría y a él se traslada a los heridos menos graves. Quienes están peor son evacuados al hospital. En este tipo de situaciones, los sanitarios deben priorizar la atención a los enfermos en función de la gravedad y de los recursos disponibles. «Siempre decimos que lo primero es salvar la vida, el miembro o la función. Todo depende del momento en el que te encuentres», explica Orbañanos.

Y si el escenario cambia, el tipo de heridas que hay que atender también, la mayor parte de ellas, hemorragias. Por eso, en el curso de ayer, los asistentes aprendieron cómo se maneja un torniquete, una técnica que en los últimos años estaba en desuso. Luis Orbañanos recuerda que en la sala Bataclan de Paris, «se quedaron sin cinturones debido a la cantidad de torniquetes que tuvieron que aplicar».

Pero, ¿estamos preparados para afrontar una atentado de estas características en España? Expertos como Orbañanos coinciden en que sí. «El terrorista actúa cuando puede y donde puede, pero en España, desafortunadamente, tenemos experiencia en este tipo de intervenciones, como lo prueba el 11M». En cuanto a los hospitales, explica Blas Giménez, «todos tienen planes específicos para intervenir en emergencias con múltiples víctimas». Se considera una situación de este tipo, «cuando en una hora debemos atender un 30% de todas las urgencias de un día». El curso de ayer es uno de los 70 que se han programado en estos tres días de congreso y no es el único dedicado a las amenazas terroristas, ya que también se han programado talleres para manejar equipos de protección ante ataques con armas nucleares, radiológicas, biológicas y químicas. Además, hoy está prevista la celebración de un simulacro de ataque a gran escala en el parking del ADDA.

Por otro lado, la celebración de este congreso está dejando un excelente balance en los hoteles de la ciudad de Alicante, que han colgado el cartel de completo esta semana, según confirmó ayer Cristina Rodes, presidenta de la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante. Rodes recuerda que el turista de congresos es el que mayor gasto hace.