Marzà afirma no haber recibido quejas sobre el decreto-ley de plurilingüismo «light» aprobado por el Consell, y que ayer entró en vigor tras su publicación oficial en el DOGV aunque será revalidado este viernes por las Cortes, pese a la oposición del PP y Ciudadanos.

El conseller percibe que los directores de los centros están «tranquilos y agradecidos», porque así se lo han trasladado en la reunión que mantuvieron esta semana para ajustar los flecos pendientes antes del comienzo del curso. Marzà sostiene que la solución de urgencia que aporta el decreto-ley de plurilingüismo aprobado el viernes en el pleno del Consell tampoco han recibido ni «dudas ni quejas» por parte de las familias de los alumnos.

«Más allá de posicionamientos de un partido u otro y de batallitas políticas, lo que importa es que el curso comience bien, y esto es lo que ha hecho posible el decreto-ley, es decir, que el curso pueda comenzar con normalidad respetando lo que las familias habían elegido y, al mismo tiempo, dar respuesta a resoluciones judiciales y, por tanto, que haya un marco en el que todo el mundo esté seguro y que comience el curso con la tranquilidad que se merecen nuestro niños», declaró en un acto en Castellón.

Directrices

El conseller insiste en que la nueva medida para la enseñanza de las lenguas únicamente afecta al 5% del alumnado, los niños de 3 años y los de 2 años escolarizados en colegios públicos. «El 95% de los alumnos continuarán haciendo lo que estaban haciendo con toda la normalidad del mundo, y ese 5% que son los que entran nuevos, los de tres años, tienen ya directrices claras», precisó.

Del vuelco que ha supuesto para su gabinete la imposibilidad de implantar este curso el decreto de plurilingüismo aprobado para los más de 1.300 colegios nada dijo, aunque se refirió irónicamente a las críticas recibidas desde la oposición política.

«Suelen criticar todo aquellos que dijeron que íbamos a aprender chino y no había ni un profesor preparado para el chino», añadió Marzà. «Nosotros lo que hacemos es preocuparnos de la ciudadanía y de los niños en el día a día, y lo que nos hemos encontrado es que sólo hay un 6% de los niños que domina el inglés y sólo un 30% que domina el valenciano, por lo que se deben hacer cambios respecto a lo que el PP había propuesto porque ha fracasado estrepitosamente». En su opinión, «es normal que quieran evitar que esto la gente lo conozca y que estén siempre en contra de todo lo que se haga».