Apenas un mes después del inicio, el Ayuntamiento de Alicante ha dado por concluida la «cirugía» urgente a la que ha sometido a la plaza de Calvo Sotelo. Los trabajos, que se adelantaron ante el peligro de posibles derrumbes, ha servido para consolidar el muro que rodea una de las plazas más céntricas de Alicante, que data del siglo XIX. Según los técnicos municipales, se han acometido unas «obras de recuperación y consolidación del cerramiento de Calvo Sotelo, dado que gran parte de las pilastras que componen el cerramiento de la plaza se encontraban en un estado muy deficiente». Desde el Ayuntamiento explican que la imagen que llegó a presentar el muro de la plaza de Calvo Sotelo fue fruto de la suma de los «actos vandálicos y la corrosión de las piezas metálicas que están en contacto con la piedra».

Las obras de recuperación del cerramiento, que el Ayuntamiento da por terminadas, han consistido en actuaciones sobre las 69 pilastras existentes en el entorno, realizando reparaciones en la barandilla, la pilastra y en la pieza de la corona, en función del estado de conservación de cada una de ellas.

Esta actuación, que estaba prevista llevarla a cabo a través de inversiones sostenibles, finalmente se realizó por carácter de emergencia, ante la situación que presentaba la zona y para asegurar además la finalización inmediata de los trabajos. El Ayuntamiento ha invertido unos 35.000 euros en rehabilitar una plaza que llevaba más de medio año vallada por los Bomberos tras los desprendimientos. El alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, defendió ayer la actuación urgente llevada a cabo por el ejecutivo local. «El 16 de noviembre, cuando nos hicimos cargo de todas competencias, ya advertimos que Calvo Sotelo era una prioridad, y poco más de un mes después, está terminado. Era cuestión de voluntad», señaló Echávarri.