¿En qué consiste el trabajo de un neuropediatra?
A grandes rasgos es el especialista pediátrico que se encarga de la patología neurológica del niño, sobre todo de los problemas del neurodesarrollo. Se trata de enfermedades muy prevalentes, como son el retraso psicomotor o mental, la discapacidad del niño... La labor del neuropediatra no es tanto diagnosticar, sino averiguar cuál es la causa del problema. El 50% de las enfermedades del sistema nervioso del niño quedan sin diagnóstico de la causa. Con la tecnología disponible hoy en día en Alicante se cubre el cien por cien de las necesidades diagnósticas, pero te tienes que entrenar mucho y estar muy al día, porque sólo enfermedades raras metabólicas hay 7.000.
Si se supone que el cerebro de un adulto es en gran parte desconocido, ¿qué sabemos del cerebro del niño?
Se saben muchas cosas, pero todo lo que sabemos es tan complejo, maravilloso y atractivo que supera con creces a cualquier tipo de interpretación mágica del desarrollo del ser humano. El futuro pasa por la neurociencia y en ese sentido me siento privilegiado de trabajar al lado del Instituto de Neurociencias. Que ellos avancen en estudios básicos es esencial para que yo me siente aquí y les dé explicaciones a unos padres. Es esencial transmitir que lo que hacemos aquí está basado en evidencia científica, que supone un esfuerzo enorme para los investigadores. Por eso me da mucha pena cuando ves a la gente que confía en las cosas mágicas y alternativas y que sólo les están vendiendo humo.
¿Se encuentra muchos casos de familias que confían en las llamadas pseudociencias?
Sí. Estoy muy preocupado porque hay una auténtica regresión al pensamiento mágico.
¿Se producen muchos abandonos de tratamientos por estas terapias alternativas?
Hay muchos abandonos. El problema es que les haces ver a los padres la situación real de lo que representa una enfermedad y llega otro y te lo desmonta con una explicación totalmente mágica. A veces esto parece lo de Penélope, tú tejes y otro te lo deshace. Hemos visto situaciones muy amargas. Hay mucho oportunista. Los padres están muy agobiados, les explicas unas enfermedades que ellos no pueden entender porque son complejas, todo en consultas de diez minutos, y luego van a alguien que todo lo resume en que tiene mala energía. He vivido situaciones como la de una niña que dejó de venir a la consulta un par de años. Habíamos detectado el inicio de una enfermedad grave y si tenía una salvación era el transplante de médula mientras aún pudiese caminar. Cuando volvió a nuestra consulta ya no podía andar.
¿Por qué hay tantos casos de autismo?
Primero porque se empieza a diagnosticar correctamente. De hecho se ha visto que al aumentar los casos de autismo, bajan los de retraso psicomotor. Pero además de este factor, en EE UU se ha visto que hay una tendencia al aumento. Se habla de la alta supervivencia en las UCIs neonatales y de las técnicas de fertilización in vitro.
¿Por la elevada edad de las madres?
Ese no es un factor tan claro. Una teoría es que este tipo de técnicas no tienen un efecto directo sobre el embrión, pero sí que hacen que te saltes una barrera natural. Si hay parejas fértiles que no pueden concebir es por algo y con estas técnicas tú fuerzas el embarazo. El autismo no sería en estos casos un efecto directo de la técnica, sino que más bien ayudan a saltarse las barreras naturales.
¿Le preocupa el efecto que el abuso de las nuevas tecnologías puede tener en los niños?
Todos los padres vienen protestando de las nuevas tecnologías, pero los niños no están en la caverna del Neolítico, están en el siglo XXI. Hay que enseñarles a hacer buen uso de las tecnologías. Algunos padres se quejan de que sus hijos se tiran 5 horas con el móvil, la solución es no dejarles tanto tiempo. Es poco realista pensar que los niños deben crecer en un mundo fuera de la tecnología. Van a vivir en un mundo en el que ni siquiera teclearán, sino que hablarán a las máquinas y por tanto a lo mejor se debe fomentar la oratoria. Me preocupa más el daño psicológico de pensar que no te tienes que mover para comunicarte. Eso sí genera impacto. Que los niños crean que no tienen que ir al parque para estar con sus amigos.
¿Los problemas de neurodesarrollo pueden tener detrás una causa social?
Parte de la marginalidad está motivada por causas orgánicas. Te pongo un caso sencillo, el síndrome de alcohol fetal. El 99,9% de los hijos de bebedoras tienen hiperactividad, talla baja y ciertos rasgos físicos, el problema es que se trasmite a la siguiente generación. Si la abuela era alcohólica, la hija sale con estos problemas y en un ambiente de marginalidad donde posiblemente no obtienen tratamientos adecuados y siguen en la marginalidad. La pobreza aumenta la enfermedad.
