El director de la Agencia Estatal de Meteorología en la Comunidad Valenciana, Jorge Tamayo, avanzó ayer que la primavera que acaba de arrancar y cuyo inicio en la provincia de Alicante es el más frío desde 1949, será, si embargo, más cálida de lo normal y seca. El anuncio se produjo durante la comparecencia de Tamayo para hacer balance del invierno que acaba de finalizar. Una estación normal en cuanto a temperaturas y lluvias, pero que no ha servido para paliar el déficit de precipitaciones, que sigue rozando el 45% sobre lo normal.

Los dos grados bajo cero registrados en las comarcas de l`Alcoià y el Alto Vinalopó ayer y los apenas cinco grados de la costa han hecho ya que la provincia de Alicante arranque la primavera más gélida de los últimos 69 años, según los datos que maneja el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante. A finales de marzo de 2007 hubo también una invasión de aire ártico, pero no tan fuerte como la actual. El frío se mantiene hoy pero ya empezará a remitir y mañana viernes subirán las temperaturas. Además, el sol amortiguará hoy la sensación térmica en las horas centrales del día. No se esperan lluvias, que sí serán probables el viernes, el sábado e incluso podría caer alguna gota el Domingo de Ramos.

«Este invierno ha sido excepcional porque se ha producido un debilitamiento intenso en la corriente de vientos del Ártico y por eso las masas de aire frío han llegado con tanta frecuencia a España y la franja mediterránea», explicó ayer Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante.

Balance invernal

El invierno 2017-2018 (meses de diciembre, enero y febrero) fue, según la Aemet, climáticamente normal en la Comunidad Valenciana, tanto en precipitación como en temperatura, aunque con dos partes claramente diferenciadas. La primera parte, hasta aproximadamente el 25 de enero, fue muy cálida y muy seca, y la segunda parte, desde final de enero y todo febrero, fría y húmeda.

Respecto al actual año hidrológico, desde el 1 de octubre y hasta ayer, los 3 primeros meses, octubre, noviembre y diciembre de 2017, resultaron muy secos, mientras que los dos meses siguientes, enero y febrero de 2018, han resultado húmedos, y marzo está teniendo un carácter pluviométrico normal, lo que ha dado lugar a que el déficit pluviométrico que a mitad de enero estaba próximo al 85%, se haya reducido hasta el 45% a 20 de marzo.

A pesar de las precipitaciones del primer trimestre de 2018, el actual año hidrológico sigue siendo uno de los más secos de la serie en la Comunidad Valenciana, en concreto el sexto más seco desde 1951, pero con el aporte de lluvia de los últimos meses, no sólo se ha reducido el gran déficit de precipitación que se había acumulado hasta mitad de enero, sino que la humedad del suelo ha aumentado de forma significativa.