Las universidades de la provincia, la Universidad de Alicante (UA) y la Universidad Miguel Hernández (UMH), se han quedado las últimas en el reparto de subvenciones que la Conselleria de Educación otorga para infraestructuras y equipamiento en I+D+i, cofinanciadas por los fondos Feder. Y las diferencias no son menores. Mientras la Universidad de València obtiene 10,5 millones, la UMH se queda con dos millones y la UA con 800.000 euros.
En total el Consell destina cerca de 27 millones de euros para 46 proyectos de las cinco universidades públicas valencianas. El conseller, Vicent Marzà, lo considera «una muestra del compromiso de aumento de fondos en investigación y mejora de las infraestructuras de investigación». Y lo es puesto que de estas subvenciones, que han pasado a ser plurianuales y ya se han concedido hasta 2020, se benefician proyectos de las universidades públicas valencianas y de los organismos consorciados.
Sin embargo, resulta llamativo que solo se hayan concedido las ayudas a tres proyectos de la UMH, de entre los cinco presentados, por valor de algo más de dos millones de euros; y que solo se financien tres proyectos a la UA, de entre los ocho presentados, con un total de 800.000 euros. Sorprende que el dinero que la Conselleria de Educación da para investigación a las dos universidades de la provincia de Alicante, sumado, queda por debajo de lo aprobado para la Universidad de Castellón: 2,8 millones de euros para las dos universidades de la provincia de Alicante, frente a los 3,1 millones de euros de la Universidad Jaume I de Castellón.
Con esta resolución, cinco proyectos de la UA se han quedado sin las ayudas, al igual que dos proyectos de investigadores de la UMH. Frente a estos resultados, la Universidad de València ha conseguido financiación, 10,5 millones, para equipamiento para 17 de los 19 proyectos solicitados. La Universidad Politécnica de València (UPV) ha obtenido fondos , 9,5 millones, para 18 de los 24 proyectos que presentó y la Universidad Jaume I de Castellón ha logrado 3,1 millones para cuatro investigaciones de un total de seis presentadas.
El reparto de dinero ha causado asombro en las universidades de la provincia. El vicerrector de la UMH considera que esta universidad «debería haber conseguido mayor dotación económica dado el peso específico que tienen sus departamentos e institutos de investigación. Solo han recibido ayudas tres institutos de investigación y hay departamentos en el ámbito de la ingeniería que son muy potentes y merecen un tratamiento mejor». De hecho, ha logrado 880.000 euros Neurociencias, 770.000 euros el Instituto de Biología Molecular y 375.000 euros el Instituto de Bioingeniería. Y se han quedado fuera peticiones de equipamientos potentes como uno para síntesis de moléculas con el fin de generar energía, valorado en 500.000 euros.
La vicerrectora de Investigación de la UA, Amparo Navarro, indica que «el año pasado hubo problemas con la convocatoria y solo nos dieron un proyecto», por lo que se ha mejorado pese a que es la que menos dinero recibe.
Alfonso Jiménez ha logrado 364.000 euros para equipamiento para lograr sistemas sostenibles para la extracción de biopolímeros; Juan Antonio Conesa, de la Politécnica, dispondrá de 185.000 para el análisis de dioxinas y Antonio Marcilla para su investigación para reducir los productos tóxicos del tabaco. Pero se han quedado sin ayudas investigaciones en ámbitos tan importantes como la robótica, materiales para la industria del juguete, energía ecoeficiente para edificaciones, nuevos materiales y metagenómica.
La conselleria lanza la convocatoria y son los investigadores los que deciden si concurren en función de sus necesidades y de las posibilidades de éxito que prevén, explican desde el ámbito académico. La decisión ha quedado este año en manos de la Agencia Estatal de Investigación.
