Después de veintiséis años con la fuente de Bañuls como centro neurálgico de las mascletàs de Hogueras, parecen muy lejanos los tiempos en los que las tracas y petardos propios de estos fuegos se disparaban en otros puntos de la ciudad de Alicante. Pero así era. Hubo otros sitios antes de Luceros, de nuevo en el centro de la polémica por el deterioro del monumento y la petición de un grupo de defensa del patrimonio de que el espectáculo se traslade a otro emplazamiento para que ese daño no avance más.

Alicante no es el único lugar donde está abierto este debate. También en Elche, por el impacto de las mascletàs en el entorno del Palacio de Altamira: han pedido informes al departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Alicante que en 2016 y 2017 hizo, por encargo del Ayuntamiento, mediciones de las vibraciones de las mascletàs de Luceros, acreditando científicamente que las aceleraciones máximas de la pirotecnia superan estándares europeos. Otras ciudades como Santiago de Compostela han prohibido los fuegos artificiales junto a la Catedral del Apóstol.

La mascletà ha dado tumbos, con cuatro ubicaciones en los 32 años que se lleva celebrando el concurso pirotécnico. Éste se inició en 1988 por iniciativa de Conrado Albaladejo, que presidía la Gestora de Hogueras, y del alcalde Lassaletta. Se disparó en la Rambla. El foguerer Juan Carlos Vizcaíno, estudioso de las Hogueras, que formaba parte de la entidad festera, recuerda que «en la película Fogueres d'Alacant se ve la mascletà llena de cañitas voladoras, disparándose. Las medidas de seguridad eran muy escasas», recordó. Al año siguiente, 1989, la mascletà se disparó en Alfonso El Sabio: hubo un accidente y se rompió una gran cristalera.

El concurso se llevó por primera vez a Luceros en 1990, donde se disparó también al año siguiente. En 1992 se trasladó al paseo de Campoamor, donde no tuvo ningún éxito, y en 1993 volvería a Luceros, hasta la actualidad. Es el lugar donde más espectáculos se han celebrado en la historia de este concurso, pues van ya 29 años.

En septiembre de 2003 el Ayuntamiento decidió trasladar las mascletàs a otra ubicación por el deterioro de la fuente en una decisión refrendada por informes técnicos. Ocho meses después, dio marcha atrás. La alternativa, votada incluso por los festeros, la plaza de la Estrella, fue descartada por problemas con el tráfico, los autobuses, la estación del AVE y los patrocinadores. La mascletà nunca llegó a salir de Luceros.

Antes de que se iniciara el concurso hubo más emplazamientos. Uno de ellos fue la plaza del Mar, en 1987. También se tiraban tracas de punta a punta de la Explanada, «me acuerdo de pequeño que hacían boquetes en las palmeras y los cubrían con yeso. Empezaban con petarditos pequeños y acababan con otros enormes en la plaza del Mar y quedaban agujeros en las palmeras», explicó Vizcaíno. Este foguerer opina que tarde o temprano habrá que cambiar el emplazamiento, «apostaría por la Zona Volvo, se podría adecuar un área de sombra para las delegaciones, se podría disparar mucha más pólvora sin ningún problema y tener una perspectiva original junto al mar. Esto aguantará unos pocos años más pero habrá que ser sensible, y yo sinceramente apostaría por el cambio».

Mil metros de traca en cada distrito en los albores de la Fiesta

Mil metros de traca en cada distrito en los albores de la FiestaEn las Hogueras de los años 1935 y 1936 cada comisión tiraba al día mil metros de traca en su distrito. En el programa de las fiestas de aquellos años figuraba el disparo de 30.000 metros de traca. Por entonces en la Fiesta había 30 distritos. En aquellos años era una moda. Esto demuestra el apego de las fiestas de Alicante por la pirotecnia como elemento fundamental de la celebración desde sus orígenes. También se disparaban tracas en la plaza de Gabriel Miró o en Canalejas, y en barrios como Pío XII. Hasta antes de la crisis, dos docenas de distritos organizaban mascletàs durante los días grandes hasta que por motivos económicos fueron prescindiendo de estos espectáculos. También se dispararon durante varios años mascletàs nocturnas que se suprimieron. Ahora algunos barrios han empezado a recuperar sus propios fuegos artificiales y preparan mascletàs para sus festeros, que se suman a las organizadas dentro del programa oficial.