El primer verano de la AP-7 gratuitano ha traído consigo saturación alguna en esta vía, en parte por las circunstancias tan particulares de este verano que han hecho que el tráfico caiga de manera generalizada. No obstante, hay indicios para pensar que la autopista no se habría colapsado incluso sin el descenso de los desplazamientos motivado por la pandemia de covid-19. La vía soportó el paso de 41.763 vehículos diarios a la altura de La Vila Joiosa y 34.649 en Benidorm en julio, primer mes en que el Ministerio de Transportes midió el tráfico en ella tras su liberalización. Son cifras muy significativas, que duplican la circulación media de todo el año pasado en estos puntos, pero inferiores a las de otras vías como la A-31 y la A-7. Además, considerando la hipótesis de que este julio hubieran circulado en torno a un 13% menos de vehículos que en el mismo mes de 2019 -como en otras vías importantes de la provincia- no se llegaría a los 47.000 vehículos diarios, una punta asumible para la capacidad y el trazado de la autopista. En cuanto al tráfico de camiones, apenas fue un 8% del total: 3.336 al día en La Vila y 2.594 en Benidorm.
Donde sí se ha notado la liberalización de la autopista, cómo no, es en la N-332, donde el tráfico se ha reducido hasta casi la mitad en algunos tramos. En enero circularon por esta vía 13.605 vehículos diarios a la altura de La Vila, un 44% menos que en el primer mes de 2019. También se produjeron descensos del 26% en El Verger, con 11.841 vehículos diarios, y del 17% en Benidorm, con 41.000. En julio, con las circunstancias del covid-19, las caídas han sido mayores, del 56, 28 y 32%, respectivamente. Eso sí, la gratuidad de la autopista ha supuesto un gran alivio para las localidades atravesadas por la carretera. Este verano apenas se están produciendo retenciones en Altea, Benissa y Gata de Gorgos, antes tan frecuentes.
