La Plataforma por un Puerto Sostenible pretende que la empresa que distribuye nitrato de amonio -la sustancia que provocó este verano la mortífera explosión en Beirut (Líbano)- como fertilizante para la agricultura traslade su sede, desde el Polígono de Babel a un entorno alejado de los barrios de la zona sur de la ciudad. Así se lo han trasladado al bipartito de Alicante. En concreto, según aseguran, al alcalde de la ciudad, Luis Barcala (PP), y al concejal de Urbanismo, Adrián Santos Pérez (Ciudadanos). «Es un peligro latente, que está absolutamente cercano a barrios e incluso de depósitos de gasolina», señalan desde la plataforma integrada por colectivos vecinales, grupos ecologistas y asociaciones de padres de alumnos de colegios del entorno, desde donde señalan que la sede de la empresa está en un radio de menos de tres kilómetros de barrios como San Gabriel, Gran Vía Sur, Polígono de Babel, La Florida, Ciudad de Asís, Benalúa, Alipark y los PAU 1 y 2, entre otros.
La plataforma centra su reivindicación en una empresa, creada en 1972 y ubicada en el polígono industrial del barrio de Babel, que al año recibe cerca de 8.000 toneladas de nitrato amónico, que distribuye como fertilizante para la agricultura en la Comunidad y en las vecinas de Murcia y Castilla-La Mancha, entre otros destinos. El material llega a Alicante a bordo de dos o tres buques cada año.
Las condiciones para su descarga y transporte pasan inexcusablemente porque el material disponga del certificado de no detonabilidad y porque el porcentaje de nitrato no supere el 30%, circunstancias íntimamente unidas, según informó este diario tras la explosión en el puerto de Beirut.
Una vez el material llega a la empresa las medidas de seguridad no son menores. Además de las desarrolladas por la propia mercantil, las condiciones especiales del producto hacen que se precise un Plan de Emergencia Exterior (como todas las catalogadas con riesgo químico) que elabora la Generalitat y en el que están involucrados servicios locales. En el que está en vigor, el principal riesgo que se contempla es el del incendio, que no la explosión, de los fertilizantes almacenados, lo que provocaría una nube tóxica, según apuntaron expertos en la materia.
Desde la empresa, que cuenta con una plantilla de casi 40 personas, destacaron que en su medio siglo de vida no se ha producido ningún siniestro. Preparadas para almacenar hasta casi 5.000 toneladas, por lo general no superan el 50% de su capacidad, según precisaron hace menos de dos meses.
