«Están siendo peor los mayores que los jóvenes», explica Fernando Aldave, intendente de la Policía Local, en relación a las reacciones que se dan cuando los agentes tienen que intervenir por incumplir las normas sanitarias y de seguridad que hacen frente al coronavirus. Según cifras ofrecidas por el cuerpo, el 40% de las actas abiertas en Alicante durante el mes de septiembre corresponden a personas mayores de 45 años. Los ocho policías que forman la Unidad Fox, centrada en actuaciones que tienen que ver con el ocio nocturno, explican que, frente a la reacción de los más jóvenes al recibir una sanción, que suelen agachar la cabeza tras ser sorprendidos sin mascarilla o fumando, los adultos son quienes generan más conflicto, pues tratan de colocar su opinión por encima de la normativa.

La Policía Local sanciona a dos mujeres por saltarse las normas que hacen frente al virus. Héctor fuentes

Ellos, adolescentes y jóvenes de entre 15 y 20 años, son los más señalados cuando se habla de falta de responsabilidad en esta pandemia. Sus botellones, fiestas privadas e imágenes en redes sociales son temas que aparecen día tras día en los medios. Y es cierto que en Alicante, si hablamos del total de 408 sanciones que se han impuesto en el último mes, los menores de 20 años son los que peor parados salen, pues han recibido el 50%. Pero ¿qué hay de los adultos que llegada la noche no contemplan el botellón como una opción? A ellos solo les separa un 10% del porcentaje que recae sobre el último grupo de menor edad. Del total de sanciones, son 163 las que han recibido personas de más de 45, la mayoría de ellas con menos de 58 años.

«Los jóvenes quieren disfrutar, es normal, pero suelen saber hacerlo. Y cuando intervenimos, saben lo que hay. No hemos tenido ningún enfrentamiento», explica Aldave. «A la gente mayor a la que les llamamos la atención, les sienta peor que a los jóvenes. Está el que te dice que se le ha olvidado, el que te dice que la mascarilla no vale para nada, el que 'es que estoy fumando'…», añade.

Sus compañeros de la Unidad Fox coinciden con lo que apunta el intendente. Minutos antes de arrancar con uno de los servicios que realizan durante la madrugada, explican que es con los mayores con quienes han tenido más problemas. «Ellos ya tienen muchas leyes. A veces tratan de vacilar», apunta uno de los agentes. «Las personas adultas no entienden que la Policía está para esto», añade otro.

Los agentes abrieron 131 expedientes durante la noche. héctor fuentes

De madrugada

Arranca el servicio. Es la madrugada del viernes al sábado y los agentes se dividen por zonas y objetivos. Una de las patrullas tiene como primera intervención un botellón en las escaleras del IES Jorge Juan, donde un grupo de seis jóvenes beben sangría. Los agentes llegan, los jóvenes muestran sus documentos de identidad, se les pone la sanción correspondiente y la patrulla continúa la madrugada de trabajo.

En la calle Castaños, poco después, uno de los policías solicita la documentación a una mujer de entre 40 y 50 años. Está fumando en la vía pública sin mantener una distancia de dos metros con la persona que le acompaña, ni tampoco con las personas sentadas en las terrazas ni con los transeúntes. La mujer se resiste a entregar la documentación y continúa fumando. Con la mascarilla bajada, se niega a entregar su DNI hasta en seis ocasiones. Discute con la Policía, y su acompañante trata de convencer al agente: «La Policía no debería estar para esto», les repite en varios momentos. Finalmente, es sancionada por saltarse las normas establecidas para tratar de atajar el virus.

Desconocimiento

Durante parte de la madrugada, a excepción de dos botellones y una cuestión de veladores, una de las patrullas sigue un recorrido que pasa por sancionar en numerosas ocasiones a personas que parecen desconocer las normas respecto al consumo de tabaco. Otras dos mujeres, también en Castaños, se han levantado de su mesa para encenderse un cigarrillo porque saben que no se puede fumar en las terrazas, pero sin embargo están fumándoselo a menos de medio metro de las personas que andan por esa misma vía, que no son pocas un viernes por la noche. Lo mismo sucede con otros jóvenes poco después en la avenida Países Escandinavos, en la playa de San Juan, que ni se inmutan tras observar la presencia policial y continúan echando humo. «Si estoy fumando de pie, ¿no se puede?», apuntaba uno de ellos.

La Unidad Fox continúa la noche, y el intendente Aldave, en la Jefatura de la Policía Local, se muestra contento con el trabajo que está haciendo el grupo. «Si siguen así, Alicante no va a tener los problemas que están teniendo otros municipios», señalaba.

Fernando Aldave, intendente de la Policía Local. héctor fuentes

Antes de la salida, miembros de esta unidad junto a policías locales del servicio nocturno y del Grupo Operativo de Intervención Rápida, reciben las instrucciones de Jose Antonio Hernández, inspector, que tiene claros los puntos que se han de reforzar. Se trata de la zona de El Palmeral, el castillo de San Fernando, Cala Palmera, avenida Miriam Blasco y parque Adolfo Suárez, por reuniones de jóvenes y consumo de alcohol en la vía pública, y la avenida Pintor Xavier Soler por quejas vecinales que hacen referencia a la presencia de grupos en las puertas de los establecimientos.

El concejal de Seguridad, José Ramón González, pide «prevención, concienciación, cumplimiento y responsabilidad individual de todas las medidas de seguridad».