El servicio de Reumatología del Hospital General Universitario de Alicante ha demostrado que los pacientes con enfermedades reumatológicas inflamatorias y que toman fármacos biológicos no tienen más posibilidades que el resto de la población de desarrollar casos graves de coronavirus. Al comienzo de la pandemia los reumatólogos lanzaron la voz de alarma porque había pacientes que estaban abandonando la medicación por miedo a que debilitara su sistema inmune y se contagiaran de coronavirus. Por lo que este estudio «demuestra que estos fármacos son seguros y no han provocado casos más graves de coronavirus», incide la doctora Paloma Vela, jefa del servicio de Reumatología en el centro sanitario.

Esta investigación, que se ha llevado a cabo en colaboración con el equipo Covid, liderado por la Unidad de Enfermedades Infecciosas y el Servicio de Neumología, ha sido publicada como carta en la sección «Correspondence» del Annals of Rheumatic Diseases, una de las revistas científicas con un mayor factor de impacto en el campo de la Reumatología a nivel internacional.

Desde el inicio de la pandemia «ha habido una gran preocupación sobre el manejo de pacientes con enfermedades reumatológicas inflamatorias. Tanto los pacientes como los reumatólogos hemos estado preocupados por el riesgo de contagio derivado de los tratamientos inmunosupresores, así como por el riesgo de recaída de la enfermedad en el caso de que los pacientes interrumpieran los tratamientos», señala la reumatóloga Vega Jovaní, quien ha liderado este estudio junto al reumatólogo Mariano Andrés.

El miedo a que la medicación debilitase su sistema inmune llevó a muchos enfermos a dejar su tratamiento al inicio de la pandemia

Desde el primer momento, los reumatólogos del centro sanitario estuvieron en contacto estrecho con sus pacientes, recomendándoles que siguieran con su medicación habitual salvo que tuvieran síntomas de coronavirus, ya que un brote de su enfermedad podía ser peor. El servicio de Reumatología del Hospital de Alicante atiende a pacientes que reciben tratamiento con inmunosupresores clásicos, como metotrexato, y 1.037 pacientes con terapia biológica. Se trata de pacientes con enfermedades inflamatorias, como artritis reumatoide, espondiloartritis, artritis psoriásica, vasculitis, artritis idiopática juvenil o lupus. En todo el departamento, que cubre una población de 274.122 habitantes, se contabilizaron 306 casos graves de covid (el 0,11%) entre el 3 de marzo y el 2 de mayo. En ese periodo fueron hospitalizados por esta enfermedad tres pacientes con enfermedad reumatológica inflamatoria de los 1.037 que siguen un tratamiento biológico (el 0,29%). «Ninguno de los tres pacientes representaron casos de gravedad, ya que evolucionaron satisfactoriamente en planta y no precisaron soporte respiratorio. Por ello, no hemos detectado un aumento de riesgo comparado con la población general», destaca Jovaní.

Este servicio también ha publicado el primer artículo científico que descarta la relación entre la artritis y el covid-19. Se trata de la primera serie internacional de pacientes con covid-19 e inflamación articular, ya que hasta ese momento no había nada descrito al respecto.