La Concejalía de Limpieza, dirigida por el popular Manuel Villar, trabaja en poner en marcha tres nuevos ecoparques en la ciudad de Alicante, que se sumarán al ya existente en la carretera de Elche. Las nuevas instalaciones, que se esperan para mediados de 2022, se proyectan sobre tres puntos de la ciudad: Playa de San Juan, Babel y Villafranqueza. Con este proyecto, el bipartito busca poner coto a los vertederos ilegales que se extienden por la capital alicantina, localizados en puntos como el Llano del Espartal, el entorno del PAU 2 o el Camino de Benimagrell, entre otros. La inversión total será de 1,5 millones.
Los ecoparques son puntos de recogida de residuos, ya sea por ser reciclables, peligrosos o por no estar contemplada su recogida domiciliaria. Los residuos transportados al ecoparque no son tratados allí, sino que son clasificados y transportados a una planta de valorización o eliminación. El actual ecoparque de Alicante, al igual que sucederá con los tres que se prevén abrir en año y medio, «puede ser usado por ciudadanos particulares y pequeños comercios». Eso sí, en caso de comprobar que un alicantino acude con frecuencia a depositar «cantidades destacables que puedan presuponer que proceden de origen industrial» se le limitan las cantidades a aportar. Por persona, la cantidad máxima de residuos es de 100 kilos de vidrio, papel y cartón, metales, ropa y textiles y plásticos, frente a 500 kilos máximos de electrodomésticos, enseres, escombros y restos de poda. También se pueden llevar residuos peligrosos, como aceite vegetal, pilas, baterías, tubos fluorescentes y bombillas, radiografías, aerosoles y toners, entre otros.
