En la cuarta provincia que más lotería pone a la venta para el sorteo de Navidad del próximo 22 de diciembre -33,9 millones de euros-, hay administraciones que facturan hasta un 50% de su negocio por internet. Sin embargo, a muchos ciudadanos todavía les cuesta confiar en estas transacciones online en las que, para tener el décimo físico en su poder, tienen que desembolsar 10 euros en concepto de gastos de envío porque no se fían de que el décimo se quede en la nube, o pagar un seguro. La administración de lotería 6 de Alicante (El Negrito), que repartió más de 40 millones de euros del primer premio del Niño en 2013 y que vende online más de la mitad de su producto a lo largo del año por toda España, incorpora desde hoy la tecnología blockchain, que facilita un contrato digital intocable que da seguridad al cliente en su décimo adquirido online.

«Al certificar en blockchain que las jugadas adquiridas son de su propiedad, el cliente puede estar al 100% seguro de que cobrará sus premios. Aunque se prendiera fuego nuestra administración y solo quedaran cenizas de sus boletos, podría cobrarlos, ya que tiene una prueba legal válida a nivel europeo de que es el propietario de esa jugada», explica César Mateos, gerente de la administración, la primera del país que inicia la certificación de su producto en una blockchain pública de cara a las semanas más fuertes de la venta de lotería de Navidad, aunque se aplica también a todos los demás juegos que comercializan. Otros ejemplos que pone el vendedor sobre los beneficios de este tipo de inscripción notarial, vía digital y en tiempo real es que el comprador de un décimo de Navidad o de cualquier otra apuesta a través de esta tecnología cobrará si resulta premiado, aunque pierda el décimo, se lo roben «o el lotero se fugue». «Esta tecnología da seguridad legal desde el primer segundo, ya que al tener certificado de propiedad de los décimos y boletos comprados en blockchain nada ni nadie puede impedir al ganador cobrar el premio mayor que le toque», insiste.

La tecnología blockchain es la misma que se emplea para el bitcoin. No hace falta que el despacho de lotería envíe el décimo al comprador, quien sí puede imprimir el certificado 100% digital si desea tener una prueba física de la compra o descargarlo para demostrar legalmente que es su propietario. El décimo queda encriptado y solo quien ha realizado la transacción comercial puede desescriptarlo. «Una vez ejecutado el encargo y el pago, se refleja la información como un contrato digital para toda la vida en millones de nodos. Ese certificado legal es intocable incluso por el operador Blockchain y permite a su poseedor reclamar ante un juez su premio en caso de que lo pierda», prosigue Mateos.

Según el gerente de esta administración, que lleva más de un siglo vendiendo lotería en Alicante -es una de las diez con mayor facturación del país junto a despachos tan tradicionales como Doña Manolita (Madrid) o Sort (Lleida)-, el certificado permanecerá en blockchain para siempre «en miles de ordenadores distribuidos por todo el planeta. Aunque ocurra cualquier catástrofe o pasen los años, el cliente siempre tendrá una prueba de que esos boletos son suyos». En la iniciativa cuentan con la colaboración de Miguel Caballero, autor del libro «Bitcoin, Blockchain y Tokenización para inquietos».

Este año la provincia juega 133,9 millones a la lotería de Navidad frente a los 136 millones de 2019. Loterías del Estado ha consignado ligeramente por debajo, aunque sigue siendo la cuarta que más juega, solo por detrás de Madrid, Barcelona y Valencia. La media de consignación por habitante es de 71,54 euros. Las ventas registran este año una caída de hasta un 40% lastradas por la suspensión de las fiestas que tanto invierten en lotería de Navidad al ser una de sus principales fuentes de ingresos. Las reservas de asociaciones, empresas y entidades están en la mitad, y en ciudades como Benidorm la caída es también del 50% por la falta de turismo.