Miles de vehículos que circulan cada día en las ciudades, fábricas a pleno rendimiento, vertidos, pero ¿cómo es el aire que respiramos en la provincia?
Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), en colaboración con investigadores del Swiss Tropical and Public Health Institute (Swiss TPH) y de la Universidad de Utrecht, ha estimado por primera vez la carga de mortalidad atribuible a la contaminación del aire en más de 1.000 ciudades europeas, seis de ellas de la provincia: Alicante, Elche, San Vicente, Torrevieja, Benidorm y Alcoy.
El informe, que publica la revista The Lancet, analiza por un lado la contaminación por PM 2,5, que se refiere a la contaminación por micropartículas que se encuentran en la atmósfera y que son muy perjudiciales para la salud humana, porque entran fácilmente en los pulmones con la respiración normal.
«Son las más peligrosas para la salud humana porque son prácticamente inapreciables en la respiración», explica el catedrático de la UA y experto en Climatología, Jorge Olcina.
Por otra parte, tiene en cuenta las partículas de NO2, las que corresponden al dióxido de nitrógeno y proceden de la combustión en vehículos, calefacciones de gasoil y gas natural.
De los datos de ese estudio no es de extrañar que los más altos en NO2 sean los de Alicante porque es la población más importante y donde hay más tráfico rodado habitualmente. «Lo que me sorprende en el dato de PM 2,5 para Torrevieja, tal vez tenga que ver con el movimiento de descargas de la sal en el puerto de Torrevieja», añade Olcina.
Abierta al mar
En general en la provincia no suele haber unos valores «preocupantes» de contaminación atmosférica, porque al ser una provincia abierta al mar la circulación de los vientos, especialmente de la brisa, mueve mucho el aire y reduce los niveles de contaminación, señala el catedrático.
Del estudio se desprende que las ciudades con menor carga de mortalidad se encuentran en Islandia, Noruega, Suecia y Finlandia. En una comparativa de la provincia con otras ciudades españolas, en el ranking están por encima Oviedo, Murcia, Bilbao, Cádiz o Málaga, mientras que respiran mejor en Ávila, Melilla, Cuenca o León.
Por su parte, la catedrática de Tecnologías del Medio Ambiente de la UA, Adoración Carratalá, incide en que no conocemos la calidad del aire en toda el área urbana de una ciudad. «En calles con mucho tráfico y edificios altos, en los centros de las mismas, los niveles pueden ser superiores a los que nos indican las medidas de las estaciones situadas en puntos que pueden tener un mayor carácter residencial (en los barrios como es el caso de las de Alicante, el Pla, Rabasa y Florida)».
La posición de las ciudades alicantinas en el ranking de las más de 800 ciudades europeas es intermedio y para conseguir reducir los niveles deberían disminuir las emisiones del tráfico. Carratalá sostiene que los ayuntamientos se tienen que tomar en serio la contaminación y acometer acciones: «Conocer la calidad del aire en las zonas críticas permitirá evaluar la gestión de reducción de emisiones y que los ciudadanos lo conozcan. Esto se está realizando en ciudades como València y Elche pero no en Alicante».
