El alcalde de Alicante, Luis Barcala (PP), vuelve a convocar al Consejo Social de la ciudad. Eso sí, lo hace más de dos años después de la última sesión, celebrada a finales de enero de 2019, y para presentar un Presupuesto ya aprobado inicialmente gracias a la abstención del PSOE y Vox en un pleno que tuvo lugar a mediados de este mes de febrero. La cita telemática, prevista para el 4 de marzo, será apenas una semana antes de que finalice el periodo para la presentación de alegaciones. Es decir, la convocatoria no se espera que sea mucho más que un trámite.
Tal es el retraso en la convocatoria del Consejo Social de la ciudad, que la sesión de la próxima semana arrancará con la constitución del órgano consultivo para el mandato 2019-2023. Es decir, echará a andar casi dos años después de iniciarse el gobierno del bipartito de Alicante, que tomó posesión a mediados de 2019. Otro detalle que pone de relieve la nula importancia que Barcala da al Consejo Social llegará con el segundo punto del orden del día: dación de cuenta del acta de la sesión anterior, que tuvo lugar en enero de 2019, ya con Barcala como alcalde de Alicante. En esa sesión, en año electoral, también se convocó para abordar el Presupuesto municipal. Eso sí, entonces las cuentas municipales aún no habían pasado por el Pleno.
La última sesión se celebró en enero de 2019, antes de llevarse a Pleno el Presupuesto de un año electoral
El Consejo Social está compuesto por representantes de los seis grupos del Ayuntamiento de Alicante, de los sindicatos CC OO y UGT, de la patronal CEV (Confederación Empresarial Valenciana), de la Cámara de Comercio, la Universidad de Alicante, la Autoridad Portuaria, de los colegios de Arquitectos y Economistas, de los cinco distritos vecinales, junto a tres profesionales de reconocido prestigio (el abogado Fernando Candela, el ingeniero Florentino Regalado y la doctora María Isabel Moya).
La convocatoria del Consejo Social dos años después y casi en el ecuador del mandato generó este miércoles críticas en la izquierda. El portavoz socialista, Francesc Sanguino, lamentó el retraso en una convocatoria que llega con las cuentas aprobadas inicialmente: «Que el alcalde convoque por primera vez el Consejo Social casi dos años después de su investidura y tras nuestra queja al Síndic demuestra el desprecio que tiene este alcalde por los órganos municipales». Desde Unidas Podemos, el portavoz municipal Xavier López también criticó el retraso en la convocatoria del órgano: «Está claro que el bipartito funciona a golpe de titular y que sólo convoca comisiones si siente la presión mediática. Ha tenido que elevar Unidas Podemos una iniciativa a pleno [finalmente retirada tras conocerse la fecha] para exigir que se convoque al Consejo Social. La presión de la oposición es lo único que les empuja a cumplir sus obligaciones».
Entre los miembros del Consejo Social están los grupos municipales, políticos, sindicatos, empresarios y profesionales de prestigio
Por último, el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, ironizó con el año y medio de retraso en constituir el órgano consultivo del Ayuntamiento tras un mandato municipal que arrancó a mediados del año 2019: «Nos alegramos de que Barcala, antes de concluir el mandato, se digne a convocarlo, tal y como le hemos reclamado en innumerables ocasiones. Y esperemos que esta sesión sea útil, se pidan disculpas por no haberse convocado antes y sirva para establecer comisiones y líneas de trabajo que tengan que ver con la estrategia postcovid de recuperación de la ciudad ante las graves crisis que nos golpean».
