La encuesta realizada por el grupo de trabajo Data Science for Covid-19 de la Generalitat Valenciana, encabezado por la ingeniera Nuria Oliver, revela que las mujeres son las que sufren un mayor impacto psicológico por la pandemia y las que, a su vez, más cumplen las restricciones decretadas por las administraciones para hacer frente a los contagios por coronavirus. En la última instantánea fija de una encuesta que arrancó hace casi un año y que acumula ya más de medio millón de respuestas se observa la factura a nivel psicológico que la pandemia está ocasionando en la población. Con mayor afectación entre las mujeres. Sobre todo, en las más jóvenes.

Así, más de la mitad de la mujeres de entre 18 y 29 años aseguran haber sufrido ansiedad y estrés (52%) durante la pandemia por el covid que irrumpió hace casi un año, una cifra algo más baja en la población femenina de entre 30 y 59 años (entre 39 y un 31%). Las mujeres mayores (a partir de 60 años) son las más «resistentes» a las consecuencias psicológicas por el covid, ya que sólo el 22% admiten haber sufrido ansiedad y un 13% estrés durante el último año. Estos valores bajan sustancialmente entre la población masculina, situándose de media unos cinco puntos por debajo. Otro efecto también «feminizado» en esta pandemia es la tristeza, que durante los últimos meses ha afectado a una de cada tres jóvenes, a un 28% de las mujeres de mediana edad y a un 22% de las mayores.

Y es que los efectos psicológicos sí entienden de género. Así lo explica Malena Fabregat, profesora de Sociología en la Universidad de Alicante y coordinadora de políticas de igualdad de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UA. «Todos estos datos confirman que las diferencias se manifiestan más cuando se habla de calidad de vida y de salud. Y tiene mucho que ver con el concepto de los cuidados, que suelen descargarse sobre la población femenina», señala la profesora Fabregat, quien añade que durante la pandemia, con el incremento del confinamiento domiciliario, «se ha incrementado la convivencia y la simultaneidad de los roles profesional y de cuidados, lo que ha añadido una sobrecarga sobre las mujeres porque además ha sido mucho más difícil separar el espacio personal del laboral». La experta apunta que esa diferencia de género también se observa en el cumplimiento de las medidas frente al coronavirus: «Nuestro perfil psicológico, nos hace normativas, más adherentes a la norma. No es nada sorprendente, existe mucha investigación al respecto. Ese perfil también supone un incremento de la carga. Estos datos dejan constancia de que hay que seguir trabajando en eliminar la brecha de género en España».

Y así es. Los datos que ofrece la última de la encuesta impulsada desde el grupo de trabajo Data Science for Covid-19 de la Generalitat, encabezado por la alicantina Nuria Oliver, sitúa a las mujeres de la Comunidad Valenciana como las que cumplen más las restricciones decretadas contra el covid. Son las que más se desinfectan las manos (90 frente al 85% de los hombres), las que más mascarillas llevan (93-90%), las que evitan más las multitudes (89-86%), las que apuestan más por el distanciamiento físico (78-75%), las que limitan más los contactos (84-78%), las que evitan más los besos y abrazos (83-81%) y las que fomentan una buena ventilación en los espacios interiores (58-47%). De toda la encuesta, solo en dos aspectos los hombres superan a las mujeres en cuanto a las medidas de seguridad: mostrarse dispuestos a vacunarse (76% frente al 73%) e instalarse la APP de rastreo del covid (38-32%).

El respaldo a la vacuna para hacer frente a los contagios continúa al alza, en general, entre la población de la Comunidad Valenciana, donde ocho de cada diez personas ya se muestran a favor de inmunizarse frente al covid-19. Entre los escasos ciudadanos que aún se mantienen reticentes a aceptar el doble pinchazo, la principal razón sigue siendo el temor a los efectos secundarios.

Y mientras la población que se sitúa del lado de las vacunas continúa aumentando en el territorio autonómico, la que considera que las escuelas son un lugar seguro sigue disminuyendo en las últimas semanas, en una curva que lleva en descenso desde principios de octubre. Al alza, es decir, que la ciudadanía ve como espacios cada vez más seguros, se sitúan el pequeño comercio, junto a bares y restaurantes (varios de los sectores más afectados por las limitaciones), las peluquerías, la playa y los cines, prácticamente cerrados por las restricciones que todo apunta a que empezarán a suavizarse con la llegada de marzo.

Te puede interesar:

Se desploma el contacto con contagiados en el último mes

El control de la pandemia en la Comunidad Valenciana tras semanas con estrictas medidas también se evidencia en las personas que cuentan con personas contagiadas en su entorno más próximo. Y así lo revela la encuesta sobre el covid impulsada por el Consell. Mientras que el 20 de enero, el 24% de la población con más de 30 años aseguraba que tenían al menos un contacto cercano infectado, ahora la cifra ha caído hasta el 10%. La situación, en cuanto a la proporción de la disminución, es similar también entre los más jóvenes, al pasar del 11 al 5%. Hacia abajo sigue la curva que incluye a las personas que piden más restricciones, mientras que continúa creciendo la curva donde figuran los ciudadanos que consideran más que suficientes las que hay y, sobre todo, las que creen que son «excesiva».