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JEFE DE ZONA EN EL DEPARTAMENTO DE SALUD DE TORREVIEJA.

Alberto Pérez Grasa: «Hay pacientes que han tardado un mes en curarse y siguen sin cumplir las normas»

En plena lucha para evitar que una cuarta ola vuelva a recrudecer la pandemia, el doctor Alberto Pérez Grasa pide a los dirigentes políticos que «aprendan de los errores anteriores» y se dejen asesorar «por científicos que marquen las directrices»

El jefe de zona en el Departamento de Salud de Torrevieja, Alberto Pérez Grasa. INFORMACIÓN

Prudencia de cara a Semana Santa para evitar una cuarta ola, protocolos para recuperar progresivamente las consultas de Atención Primaria y generosidad y esfuerzo para no caer en los errores del pasado. Esta es la receta que propone desde Torrevieja el doctor Alberto Pérez Grasa tras un año de pandemia. La falta de suministro le hace ser pesimista sobre la vacunación.

¿Qué aconseja a la población de cara a Semana Santa?

Creo que debemos aprender de nuestros aciertos y errores de esta pandemia y por lo tanto recalcaría acciones que han demostrado su efectividad. En primer lugar, las medidas más sencillas y generales como distancia de seguridad, lavado de manos, mascarillas, ventilación adecuada de los locales y domicilios ... Por otra parte, un estricto cumplimento de las medidas colectivas indicadas por la Conselleria de Sanidad que han sido aplicadas con éxito ante la última ola.

¿Cómo se puede evitar la llegada de una cuarta ola?

Quiero ser optimista y pensar que la cuarta ola no llegará, aunque, como bien dice el dicho, tropezamos varias veces en la misma piedra. Me ratifico en lo que he dicho en la pregunta anterior: depende de nuestra responsabilidad evitar o minimizar la llegada de otra ola más.

«Los virus, el cambio climático y la resistencia a los antibióticos son amenazas graves que nos hacen mucho daño»

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¿Se conseguirá el objetivo de llegar inmunizados al verano?

El deseo de todos es que nos inmunicemos lo antes posible pero este hecho depende de muchos factores y el que vemos que repercute más es el suministro de vacunas, que se retrasa y hace que no vayamos lo rápido que deseamos. Quiero destacar el trabajo de todos los sanitarios en esta tarea pero, sobre todo, al personal de Enfermería, que la realiza de manera excelente.

¿Qué secuelas han visto que deja la enfermedad en los pacientes durante la pandemia?

Aunque puede existir la opinión de que el covid-19 ocasiona una enfermedad leve como una gripe, nunca debemos olvidar las cifras de fallecidos y de pacientes que en una etapa inmediata tienen unas secuelas como problemas respiratorios, astenia o dolores musculares que a veces se mantienen. Por no decir trastornos de más entidad que ocasionan secuelas más graves como los problemas respiratorios, circulatorios y otros.

¿Qué tipos de casos le han llegado a su consulta?

Como regla general, a nuestra Atención Primaria le llegan un alto porcentaje de casos que son resueltos en un 90-95%. Pero debemos considerar que un 5-10 % de los casos son más graves y precisan de una atención más compleja en el hospital.

¿Se han dado muchos casos de empeoramiento rápido?

Los casos más graves suelen ser los menos pero no debemos descuidarnos porque los hay que empeoran en los primeros días y otros tras una o dos semanas y son los que nos llevan a las cifras de UCI y fallecidos tan elevadas que todos conocemos.

«Parece que no queremos visitas presenciales y no es así. Las consultas volverán de manera progresiva y con prudencia»

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¿Cómo han tenido que organizar su trabajo para hacer frente a la crisis?

Creo que va a haber un antes y un después en la atención a los pacientes tras la pandemia. Nuestro trabajo ha tenido que ser organizado y adecuado, estableciendo protocolos de atención y organización en los centros.

¿Esto cómo se ha traducido en cuanto a la atención que están recibiendo los pacientes?

La atención a los pacientes ha sufrido cambios por los cuales evitamos aglomeraciones, valorando a los pacientes telemáticamente y haciendo acudir a los centros a los que lo precisan. Hemos tenido que redistribuir y ampliar salas de atención específica, con circuitos sucio-limpio, reforzando la limpieza en los centros y la atención a los posibles pacientes de covid-19.

¿Han tenido problemas?

Quiero remarcar que la población a veces puede percibir que los sanitarios no queremos visitas presenciales y no hay nada más lejos de la realidad. Hay y habrá una normalización progresiva de las consultas presenciales pero con la consiguiente prudencia en la adecuación.

¿Cuál debería ser la estrategia una vez pasen los momentos más duros de la pandemia?

La estrategia creo que debe estar fundamentada en no bajar la guardia y pensar que los virus, el cambio climático y la resistencias a los antibióticos son amenazas graves que pueden hacer mucho daño a nuestra sociedad. Debemos aprender de errores anteriores y que científicos expertos marquen las directrices a los gobernantes para llevar unas acciones consensuadas y colectivas para afrontar cualquier problema de este tipo. El lema de «todos unidos frente al virus» y la generosidad mostrada en nuestro país deben hacernos más grandes.

¿Cómo se encuentra el personal sanitario después de un año de lucha contra el virus?

El personal sanitario se encuentra tras un año de pandemia muy fatigado física y emocionalmente. Hemos trabajado mucho y a veces vemos con desánimo que pacientes que nos lleva un mes sanar no reflexionan para ser más rigurosos en cumplir las medidas que nos marcan. Hemos perdido amigos y familiares queridos con sensación de impotencia y rabia viendo que algunas personas, a las que invito a visitar las UCI, niegan la realidad.

¿Qué le parece que se reconozca el covid-19 como enfermedad profesional?

Creo que el personal sanitario debe tener reconocida su labor y no solo con palabras bonitas. Una de las primeras acciones para esto es reconocer que si te has contagiado en tu trabajo se te reconozca este derecho.

¿Qué ha sido lo peor de la respuesta que ha dado el sistema sanitario a la crisis?

Lo peor, sin duda, fueron los primeros momentos, en los que, con escaso material, tuvimos que hacer frente a un enemigo muy difícil y desconocido con la impotencia lógica.

¿Y lo mejor?

Lo mejor es la vocación y generosidad de todo el personal sanitario, que no regatea esfuerzos en la atención y trabajo fuera de turnos o inconvenientes.

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