La bolsa de aire sahariano que barre la península provocó un lunes tórrido en la provincia al combinarse con el viento se poniente que se dejó sentir sobre todo en el interior, con 44.6 grados en Orihuela y 43.2 en Elche como los registros más extremos. El intenso calor movilizó a las ongs, que redoblaron la atención a personas mayores y sin hogar. Equipos de voluntarios de Cruz Roja distribuyeron entre los colectivos más vulnerables líquidos suficientes para hidratarse a lo largo del día en turnos en los que recorrieron los asentamientos de sintecho.
Así, se desplazaron a la zona del estadio Rico Pérez, del albergue de transeúntes, el Puente Rojo y el Mercado Central de Alicante con botellas de agua fría para, de paso, informarles de las medidas preventivas ante una ola de calor. Según apuntó Verónica Altamirano, jefa de equipo en el departamento de Socorro y Emergencias, se les recomienda buscar sombra y evitar las largas caminatas, a las que acostumbran. Cruz Roja abrió a primera hora el centro de dispensación de metadona en el monte Tossal para dar el desayuno a sin hogar y otros usuarios, a los que también se proporcionó «agua saborizada, con más minerales para que se recuperen, y agua con gas».
Tres socorristas por turno y una ambulancia con un técnico recorrieron hasta el anochecer las calles de la capital, donde la ong calcula más de 700 personas viviendo al raso, una cifra que ha crecido por la pandemia y porque «el verano favorece que venga a Alicante gente en situación de calle de otros lugares». Samuel agradece a Cruz Roja su ayuda las 24 horas, «para cualquier cosa, siempre con corazón. Nos tratan muy bien, en verano, en invierno, te respetan y escuchan, es nuestra casa», señaló tras 22 años en Alicante. Su idea era irse al parque Lo Morant a refugiarse del calor bajo sus árboles. Bebi y Dimitri prefieren los ficus de Canalejas y destacan que Cruz Roja les da agua en verano, café o caldo en invierno.
Y eso que en la costa las máximas no fueron tan elevadas como en el interior. El observatorio de Ciudad Jardín marcó 35 grados (eso sí, con una sensación térmica de 3 grados más). La semana pasada el termómetro marcó 38 grados, temperatura más alta de los últimos 5 años en Alicante ciudad un mes de julio. La mínima fue 23º en la capital. La máxima oficial la marcó Elche con 43.2 grados, la más alta de la ciudad desde agosto de 2010, según la Agencia Estatal de Meteorología que registró 42.3 en Novelda. Difícil dormir con los 30 grados previstos hasta medianoche. Sin embargo, la red Meteoclimatic elevó la temperatura a 44.6 grados en Orihuela y a 43º en Crevillent, otra de las más altas.
El calor preocupa especialmente tras la subida de la luz que se estima que batirá un récord en su precio estos días. A las 18:00 de la tarde cuando el consumo de electricidad es más alto, la temperatura en la calle en Elche era de 38 grados. El gasto de luz en un aparato estándar de aire acondicionado, dependiendo del modelo y de su potencia, estaría en torno a 50 céntimos por hora en los llamados «tramos de hora punta» entre las 18:00 y las 22:00 horas. Sanidad recomienda evitar exponerse al sol en las horas centrales del día, sobre todo en el caso de niños y ancianos y ha activado el protocolo de riesgo extremo por golpes de calor.
La previsión es que este martes bajen las temperaturas e incluso pueda llover algo por la mañana, con un ambiente más acorde a julio, según coinciden el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante y la Agencia Estatal de Meteorología. El calor volverá el fin de semana, con el mar a 24º y el termómetro que no bajará por las noches. El riesgo de incendio sigue alto.
