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El Ayuntamiento vuelve a desalojar a los sintecho que duermen en el Rico Pérez

Con el comienzo de la temporada del Hércules la Policía Local comunica a las personas sin hogar que deben abandonar las inmediaciones del estadio. Una brigada de limpieza acondiciona la zona

Las taquillas del estadio José Rico Pérez daban cobijo a las personas sin hogar antes del desalojo de este último viernes. HÉCTOR FUENTES

El Ayuntamiento de Alicante desaloja a las personas sin hogar que pernoctan en las inmediaciones del estadio José Rico Pérez. La situación se repite una vez más: una nueva temporada arranca o una gran cita se avecina y la Policía Local comunica a los sintecho que deben abandonar la zona. Son más de diez los que duermen entre las taquillas y los laterales de estas instalaciones. Ahora, algunos han dejado sus pertenencias en la calle Marco Oliver, junto a la Casa Sacerdotal, a la espera de dar con un lugar de cobijo, mientras que el resto se ha trasladado a otros asentamientos de la ciudad.

No es la primera vez que sucede, ya ha pasado muchas veces antes. Entre otras, una de las más sonadas fue la ocasión en la que las selecciones femeninas de fútbol de España y EE UU se enfrentaron en este campo. En aquel desalojo rápido, fueron varios los que perdieron sus pocas pertenencias.

Sin embargo, este es un rincón resguardado al que siempre vuelven. Durante este último mes, las personas sin hogar continuaban refugiándose entre las taquillas. En la zona de venta de entradas pernoctaban cerca de siete, mientras que entre los laterales y la zona contigua al parking, lo hacían varias otras. No se les ponía ningún tipo de problema.

Algunas lo hacían con un colchón y otras solo con varios cartones, utilizando sábanas que cuelgan de las barandillas para separarse del de al lado buscando intimidad. Muchos de ellos cuentan con problemas de adicción y son usuarios del CIBE, el centro de drogodependientes de Cruz Roja que se encuentra a tan solo unos metros de este punto.

«Nos van a tirar de aquí y no sabemos dónde ir», explicaba hace unos días Roberto Villarón, una de las personas que duermen en la zona. «A ver si nos dan alguna solución», señalaba.

Las personas sin hogar que pernoctaban en el Rico Pérez mueven sus pertenencias al aparcamiento de la calle Marco Oliver P.G.

Eran cerca de las doce del mediodía y siete de los sintecho conversaban sentados en sillas colocadas en círculo, justo delante de donde ayer mismo se vendían los abonos del club ya sin rastro de ellos. «Si duermes con un cartón todo el mundo lo ve bien, pero como hemos conseguido hacer familia y pasar el día juntos se ve como algo malo», señalaba José Antonio Rodríguez, que vive en esta zona desde hace más de un año junto a su mujer. «Ahora que nos echan, nos iremos a la zona de las piscinas municipales», apunta este hombre de 58 años. «Nosotros no queremos esta vida, no nos gusta», añade.

El viernes por la mañana llegó la Policía Local junto a los servicios de limpieza y empezaron el desalojo. Se llevaron todas estas sillas, los cartones, las sábanas y el resto de utensilios que habían recogido para pasar los días en las inmediaciones del estadio.

«Estuvieron desde las 9.30 hasta las 11 más o menos. Se llevaron todo, cargaron todo con un camión de basura», explicó ayer Noel, un joven de 30 años instalado con una tienda de campaña en el Monte Tossal. «Algunos se llevaron sus pertenencias, pero otros las han perdido. Se llevaron las cosas de un hombre que duerme en las escaleras -uno de los accesos al pabellón Pitiu Roche- al que le cogió esto cortándose el pelo», cuenta este mismo joven.

Los afectados guardan sus enseres en un aparcamiento cercano mientras dan con un sitio de pernocta

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Ayer por la mañana la gente hacía cola para comprar entradas y abonos del Hércules y no quedaba ni rastro de estas personas; el suelo de las afueras aparecía mojado tras haber recibido una limpieza. La temporada arranca, pero el problema de hogar de estas personas, lejos de solventarse, tan solo se mueve de un lado a otro, como lleva pasando durante años.

Algunos sintecho desalojados del Rico Pérez guardaban ayer sus pertenencias en los bancos de la calle Marco Oliver. Allí se podían ver varias mantas, cajas de cartón, cojines o una bolsa deportiva. Otros miembros del colectivo explicaron que estas personas están buscando un hueco para pernoctar y que por el momento, algunas, pasan el día en Altozano.

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