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El Ayuntamiento infringe su propia normativa en varios solares públicos

La Concejalía de Urbanismo anunció sanciones a una veintena de parcelas en el barrio de San Antón por vulnerar la ordenanza de limpieza, una norma que sin embargo se incumple en terrenos de propiedad municipal en Gran Vía Sur desde hace varios años

Maleza y restos de cristales rotos en una de las parcelas sin vallar.

El pasado 10 de junio, el Ayuntamiento de Alicante anunció que había iniciado los trámites para llevar a cabo, mediante ejecución forzosa, labores de limpieza y mantenimiento en una veintena de solares del barrio de San Antón, además de haber abierto expediente sancionador a otros diez.

Tal y como se expuso desde la concejalía de Urbanismo, estas parcelas de titularidad privada incumplían la ordenanza de limpieza, por lo que se abrió expediente sancionador a los titulares de las mismas. A pesar de las multas, los propietarios de los solares no los adecuaron a la normativa, por lo que ahora será el Ayuntamiento quien asuma las actuaciones necesarias para ello, reclamando posteriormente a los propietarios del terreno el coste de las labores de limpieza.

Sin embargo, según denuncian los vecinos de Gran Vía Sur, hasta cinco solares de titularidad municipal en este barrio incumplen los mismos artículos de la citada ordenanza. Se trata concretamente del artículo 26 de la norma, el cual dicta que «los propietarios de solares, parcelas y terrenos deberán mantenerlos libres de matas, matorrales, basuras, desechos y residuos y en las debidas condiciones de higiene, salubridad, seguridad y ornato público» así como que «los solares sin edificar deberán estar necesariamente cerrados, con una valla mínima de 2 metros de altura, que reúna las condiciones consignadas para las cercas de las obras, y con facilidad para su inspección y limpieza».

Restos de madera, basura y otros enseres en una parcela propiedad del Ayuntamiento de Alicante. | HÉCTOR FUENTES

Se trata de dos condiciones que no se cumplen en ninguna de las parcelas municipales situadas entre las calles de Rosa Chacel y del alcalde José Luis Lassaletta, donde la maleza campa a sus anchas y son frecuentes los restos de basura, enseres y cristales rotos. Además, al carecer del vallado exigido por la ordenanza, sirven como aparcamiento improvisado, como escombrera y como zona para que las mascotas hagan sus necesidades, lo que genera serios problemas a los vecinos de la zona.

Infracciones «muy graves»

Según el cuadro de sanciones de la ordenanza de limpieza, que se aprobó inicialmente en pleno el 26 de noviembre de 2016, incumplir el deber de limpieza y mantenimiento de solares supone una infracción de carácter «grave», merecedora de una sanción de hasta 780 euros, mientras que carecer de vallado en un solar se califica como un acto «muy grave», sancionado con multas de hasta 2.100 euros.

Desde el vecindario denuncian, además, que esta situación no es desconocida para el Ayuntamiento. Aseguran que han informado en varias ocasiones a los responsables del área desde que Israel Cortés (PP) dirigiese la concejalía de Limpieza en el anterior mandato, y que incluso el actual edil de Urbanismo, Adrián Santos Pérez (C’s), ha visitado la zona donde se encuentran los terrenos afectados prometiendo al vecindario que los solares, de uso dotacional, albergarán instalaciones deportivas municipales.

Respuesta municipal

Mientras, en el Ayuntamiento, Urbanismo rechaza responsabilidades y apunta a la concejalía de Limpieza, asegurando que desde el área de Pérez solo pueden actuar en parcelas de titularidad privada. Por su parte, fuentes de la concejalía de Limpieza defienden que se cumple adecuadamente con la normativa, ya que se emiten órdenes de mantenimiento «tan pronto como llega un aviso», la última de ellas, esta misma semana.

En cuanto al apartado de la ordenanza que exige el vallado de los solares, ambas áreas echan balones fuera y le restan importancia. Tanto Urbanismo como Limpieza aseguran que «si el terreno está limpio no requiere de vallado», sin embargo, el único caso en el que la norma permite carecer de cercado es en terrenos de «interés público general».

A pesar de las actuaciones emprendidas por el Consistorio y de las explicaciones ofrecidas por las áreas responsables, los vecinos insisten en que las normativas municipales deben afectar a todos por igual y que, si se exige el vallado de los terrenos en el barrio de San Antón, el Ayuntamiento debería hacer lo propio en el suelo público de Gran Vía Sur.

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