Tras el incidente en el entorno de Monte Orgegia, que acabó con un ciclista con más de cien de perdigonazos en el cuerpo tras un disparo accidental de un cazador con licencia de armas, el bipartito de Alicante ha solicitado por carta a la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica que se aumente el perímetro de seguridad para separar más si cabe a los cazadores de las personas que acuden al parque periurbano para recorrer a pie los senderos urbanos habilitados por el Ayuntamiento o para transitar por la zona en bicicleta de montaña.
Así lo confirmó este miércoles el concejal de Medio Ambiente, Manuel Villar, en un acto en presencia del alcalde, Luis Barcala, quien admitió que la práctica de ambas actividades (cazar y hacer senderismo) no debería coincidir en un espacio tan próximo: «El uso cada vez más habitual del parque de Monte Orgegia hace incompatibles la caza y la actividad lúdica, que para ese fin se ganó el espacio para los ciudadanos. El interés del Ayuntamiento es que en el parque periurbano no sea compatible la caza con el senderismo, como parece lógico».
El concejal de Medio Ambiente, por su parte, explicó que ahora, tras el incidente, el Ayuntamiento ha tomado cartas en el asunto, pese a los avisos ciudadanos desde hace años zona ante el peligro de que convivieran ambas actividades en un mismo entorno. «Se ha remitido una carta a la conselleria para exigirle que acote más la zona específica de caza, que valore si se mantiene y su superficie para que no haya problemas con nuestro parque. Queremos que se cambie la distancia mínima con nuestros senderos», señaló el edil, quien por su parte insistió en que esa petición «no es ir contra la caza». Esa puntualización se realiza en un contexto de futura negociación oficial del Presupuesto municipal con Vox, formación firme defensora de la caza en España.
Por otro lado, el edil anunció que desde el Ayuntamiento también se ha decidido ampliar la señalética para «informar a los ciudadanos». Esta era una de las peticiones que un senderista de Orgegia hizo llegar al Ayuntamiento hace ahora tres años. Ese escrito, registrado oficialmente, nunca obtuvo respuesta municipal. El ciudadano avisó a finales de 2018 que en sus paseos por la zona se había encontrado «a cazadores con sus escopetas cargadas y con ropa de camuflaje, por en medio de los senderos disparando a conejos y perdices». E insistió en que el «encuentro» no fue esporádico, sino que aseguraba que se había dado en multitud de ocasiones en una zona cada vez más frecuentada por familias alicantinas. En ese escrito recomendaba al Ayuntamiento instalar carteles informativos.
Al margen de Orgegia, el bipartito asegura que también estudiará en breve pedir a la conselleria más distancia de seguridad en zonas comunes de caza ubicadas en entornos periurbanos, como la Serra Grossa, las lagunas de Rabasa o la Sierra de los Colmenares, en San Gabriel.
