Las herramientas tecnológicas van a cambiar tanto la docencia universitaria como las asignaturas y la investigación tal y como las conocemos, para poder afrontar con éxito los retos que exige la próxima revolución que implicará el uso generalizado del 5G, tras haber alcanzado la cobertura del 4G en el 95% en toda la Comunidad.
Son las principales conclusiones aportadas por la rectora de la Universidad de Alicante, Amparo Navarro; la consellera de Innovación y Universidades, Carolina Pascual; y el director de Grandes Cuentas de Telefónica en la Comunidad, Jordi Giné, protagonistas de la primera jornada de la cátedra Telefónica de la UA, que abordó este jueves en el salón de actos del aulario 2 los retos de la transformación digital que ha acelerado la pandemia en todos los órdenes y sectores.
«Hay un déficit en competencias digitales entre los profesionales, y las empresas tenemos problemas para encontrar trabajadores formados», alertó Giné ante las cuestiones planteadas por el moderador de la jornada y director de la cátedra, Andrés Montoyo, a su vez catedrático de la UA en Lenguajes y Sistemas Informáticos.
Academia digital
Para paliar en alguna medida dicho déficit, el propio responsable de Telefónica anunció la creación de una academia «para formar en digitalización a los ya profesionales», que se ubicará en Ciudad de la Luz , en Distrito Digital.
Giné recordó a su vez la iniciativa de su empresa en trasladar a los colegios, mediante voluntarios, la formación de líderes digitales por el uso responsable de internet, al margen de las tablets y bonos que ha donado al alumnado que no tenía conectividad durante el confinamiento.
La máxima responsable de la Universidad de Alicante destacó que la enseñanza en la UA transita ya hacia la docencia más personalizada que permiten las nuevas tecnologías, lo que, asevera, va a cambiar la forma de enseñar.
La introducción de la tecnología de manera normalizada en el ámbito docente exige asimismo, como explica Amparo Navarro, «modificar los planes de estudios, pero no me refiero a nuevas asignaturas, sino a que las materias que conocemos van a tener distintas metodologías tanto en la enseñanza como en el ejercicio profesional».
Añade Navarro que la memorística va a tener poco sentido en pocos años y que ninguna profesión podrá prescindir del big data o la Inteligencia Artificial. «Habrá ingenieros vestidos de blanco en los quirófanos así como nuevas profesiones y nuevas formas de abordarlas», puntualiza, además de que la investigación incluirá de forma generalizada las herramientas de la digitalización que se aplicarán a todo, como en su día pasó con la incipiente enseñanza del inglés. «Podrá venir cosas inesperadas, como el coronavirus esta vez, pero lo importante es estar preparados», concluyó.
La consellera Pascual hizo suyas las palabras de la rectora. Insistió en que todas las profesiones necesitarán la competencia en el tratamiento de datos y expresó el compromiso del Gobierno valenciano por «avanzar e impulsar os cambios tecnológicos que nos permitan estar preparados para el futuro», recordando los nueve puestos que a nivel nacional ha escalado en este sentido la Comunidad, situada en digitalización entre las cuatro primeras autonomías, junto a Cataluña, el País Vasco y Madrid.
La jornada concluyó con una mesa redonda de profesores y alumnos de la Escuela Superior Politécnica en la que se corroboró tanto la demanda de las empresas en habilidades para tratar y administrar los datos, como la necesidad de continuar formándose con másteres y títulos propios «porque el ritmo de las nuevas tecnologías es imposible abarcarlo en cuatro años», concluyó Eduardo Grande, en el grado de Ingeniería Informática.
Aumento del 25% en productividad con la digitalización
El director de Grandes Cuentas de Telefónica Este, Jordi Giné, sostiene que es «importantísimo» digitalizar las pymes, que son las que soportan el tejido económica en la Comunidad. «Está demostrado que mejora la productividad un 25%, aporta valor añadido, moderniza el puesto de trabajo a menor coste, aumenta la eficiencia gracias a la flexibilización que aportan las tecnologías sea donde sea donde se encuentre el profesional, y ayuda a crecer en un mercado muy competitivo, favoreciendo afrontar las crisis», valora.
