Las terrazas "covid" sin uso están generando quejas vecinales ante la imposibilidad de usar las plazas de aparcamientos pese a que haya instalaciones con permisos extraordinarios por la pandemia sin actividad. Así lo denuncian vecinos del Centro Tradicional y de barrios como Carolinas, donde existen espacios habilitados para terrazas en plazas de aparcamiento que no están teniendo el uso previsto. "Este bar situado en la calle Susana Llaneras lleva cerrado desde primeros de años. ¿Por qué la Policía no lo ve y quita el corral para que pueda aparcar la gente?", se pregunta un vecino del Centro Tradicional.
¿Por qué la Policía no lo ve y quita el corral para que pueda aparcar la gente?
Similar es la respuesta en otro punto de la ciudad, como es la calle Foguerer. "La terraza pertenece a un bar que lleva meses cerrado. Ya ha venido la Policía al menos en dos veces, pero el Ayuntamiento sigue sin retirar la terraza. Se siguen ampliando los permisos de las terrazas pero no se molestan en retirar las que quedan abandonadas", apunta un comerciante de Carolinas.
A mediados del mes de enero, el bipartito aprobó una nueva ampliación de terrazas por la pandemia de covid, que se prorroga hasta finales de marzo. El alcalde de Alicante, Luis Barcala, firmó el decreto de ampliación hasta el próximo 31 de marzo de las terrazas y veladores de establecimientos de hostelería y restauración, cuya vigencia expiraba este domingo. Esta medida está en marcha desde que se inició la desescalada, en mayo de 2020. Barcala responde así a la petición trasladada por las asociaciones del sector de la hostelería.
Se siguen ampliando los permisos de las terrazas pero no se molestan en retirar las que quedan abandonadas
Se trataba de la octava prórroga decretada por el regidor popular con el objetivo de "favorecer que bares, cafeterías y restaurantes puedan situar el mayor número de mesas posibles, respetando los pasillos para el tránsito peatonal, guardando la distancia de separación entre mesas". El decreto ampara la utilización para estos veladores de espacios destinados al aparcamiento de vehículos, "siempre que no obstaculicen el tráfico rodado ni que provoquen situaciones de inseguridad en la vía". Esta medida tiene un coste para el Ayuntamiento por la reducción de las plazas destinadas al aparcamiento regulado (zona azul y naranja).
