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La Hermandad de la Santa Cena de Alicante estará marcada por la reducción de costaleros y tronos sobre ruedas

Las medidas sanitarias marcan una Semana Santa que retoma las calles tras la pandemia

Imagen de archivo de un ensayo de Semana Santa.

Los costaleros alicantinos ya están preparados para retomar una tradición que vuelve a las calles de la ciudad por todo lo alto. Tras ser declarada de Interés Turístico Nacional la Semana Santa de Alicante, la expectación por esta celebración que tendrá lugar entre el 10 y el 17 de Alicante es aún mayor. La precaución por los contagios, sin embargo, es ahora la que marca el ritmo de esta tradición que despierta el interés de devotos y curiosos. Con el anuncio de todas las festividades y las respectivas normativas sanitarias publicadas, donde destaca la omisión de la mascarilla para los participantes, en los ensayos de las cofradías tendrán que continuar siendo más precavidos. 

La nueva normalidad también traerá cambios en esta edición. Es el caso de la adaptación de las cofradías, como el paso de la Santa Cena, quien sacará todos sus tronos sobre ruedas. Esta medida permite, especialmente, un objetivo principal, «la solidaridad con todos los hermanos», concretamente con los miembros más mayores y aquellos que aún temen el virus, explica Ángel Galán, Hermano Mayor de la Hermandad de la Santa Cena. 

Esto les permitirá reducir el número de costaleros que les hacen falta y pasarán de 420 a unos 30 por cada uno de los tronos. Al mismo tiempo, esta decisión, que se ha tomado de manera excepcional para este año, retoma una práctica que ya realizaban dos décadas atrás y evita así la reunión para los ensayos.

En el caso de esta hermandad de gran relevancia, ya lleva tres años sin salir, pues en 2019 la lluvia les impidió salir a la calle. El Hermano Mayor añade que estos tres años también han provocado una falta de nuevos miembros más jóvenes, «ya que no se ha hecho una campaña de captación de personas», aunque la Semana Santa de este año será el impulso para una próxima, asevera Galán. 

El protocolo establece que, a diferencia de los días grandes, los pasos y tronos prescindirán o intentarán evitar los faldones u otros elementos que dificulten una mayor ventilación, el objetivo es evitar a toda costa los positivos y más aún antes de la Semana Santa. Por este motivo, también se seguirá usando la mascarilla, a diferencia de abril, cuando solamente los espectadores de la cita la lleven. 

Para reforzar esta premisa el protocolo aprobado por Sanidad también va a más. Además de mantener las reuniones y demás agrupaciones de personas al aire libre, será designada en cada cofradía una persona para la función de control de estas medidas, cerciorándose de que, además, se mantiene la distancia interpersonal en los descansos, así como el lavado y desinfección de las manos al comenzar cada ensayo.

Por su parte, la Cofradía del Cristo de El Morenet también tomará medidas. En su caso, los ensayos se decidirán a partir de la próxima semana. Las mascarillas estarán a la orden del día, también durante la Semana Santa. En cuanto a los costaleros, se creará un grupo burbuja, especialmente antes de salir a la procesión. Los costaleros de esta cofradía se someterán a los tests de antígenos para confirmar que todos ellos están libres de covid. Una vez realizada la prueba, todos aquellos negativos se mantendrán aislados, evitando así el contacto con personas de fuera, tal como cuenta su Hermana Mayor, Laura Méndez.

Mientras que la presidenta de la Cofradía Nuestra Señora de la Soledad de Santa María, Balbina Oncina, se muestra convencida de las medidas, «debemos cumplir en las procesiones las medidas y obligaciones sanitarias». En el caso de la Cofradía de San Pedro Apóstol, su presidenta Carmen Iborra, muestra una postura similar y asegura que son «conscientes en todo momento de la importancia que supone el cumplimiento de la normativa sanitaria vigente y de las recomendaciones previstas».

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