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Alfredo Marhuenda Responsable de Cooperación Internacional de Cáritas de Orihuela-Alicante

"Van a llegar muchos refugiados de Ucrania y tenemos capacidad para acogerlos"

El religioso destaca el coraje de sus compañeros de Cáritas en Ucrania, que han decidido no abandonar el país arriesgando sus vidas para ayudar a las personas más indefensas a sobrevivir en la guerra

Alfredo Marhuenda, en la sede alicantina de Cáritas. PILAR CORTES

En las situaciones más críticas, cuando cada día se sortea la muerte en una catástrofe como la guerra de Ucrania, es cuando se sitúa la persona en un plano de trascendencia y surgen los sentimientos más nobles. Así lo explica Alfredo Marhuenda y eso es, precisamente, lo que ha llevado a los trabajadores y voluntarios de Cáritas de todo el mundo a movilizarse con un objetivo común: tender la mano a los más necesitados para "no dejar a nadie atrás".

¿Por qué la campaña de Cáritas ante la emergencia humanitaria de la guerra de Ucrania se limta a la recogida de dinero y no de productos de primera necesidad?

Porque pueden no ajustarse a las necesidades reales de la población y a los condicionantes logísticos de la crisis humanitaria que sufre Ucrania. En este tipo de tragedias hay una gran incertidumbre y todo puede cambiar de un día para otro. Los bienes donados individualmente pueden suponer costes y dificultades administrativa como el embalaje, los trámites aduaneros, la fecha de caducidad de los alimentos y la prohibición de enviar determinados medicamentos. Además, la llegada de cientos de camiones cargados de especies puede ocasionar un enorme caos organizativo en los países fronterizos. Por eso resulta más práctico y efectivo enviar dinero para que, desde allí y evaluando las carencias reales, los voluntarios de Cáritas de Ucrania, Rumanía, Moldavia, Bulgaria y Polonía adquieran los productos que se necesiten.

En estos momentos es mejor aportar dinero para ser más eficaces y adaptarse a las necesidades reales

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¿Han realizado ya envíos monetarios?

-Sí. El primero ha sido de 100.000 euros y ya estamos preparando el segundo.

¿Cree que la ayuda desorganizada de decenas de colectivos puede ser contraproducente?

Pienso que cada entidad tiene su propia impronta. Somos compatibles porque buscamos el mismo fin, que es ayudar a las personas más vulnerables. Al final todo suma y todos vamos aprendiendo de todos. Pero sobre el flujo de refugiados creo que es la Administración la que debe marcar las pautas y el resto arrimar el hombro y colaborar en todo lo que se pueda.

Es vital abrir corredores humanitarios para que nuestra ayuda pueda llegar a los mayores y a los enfermos que no han podido huir

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¿En qué situación se encuentran los miembros de Cáritas en Ucrania?

Allí contamos con 36 centros repartidos por todo el país y los voluntarios están demostrando un enorme coraje. Todos se han quedado en Ucrania porque saben que sus compatriotas los necesitan ahora más que nunca. Se están encargando de proporcionar a todas las personas que huyen en dirección a la frontera comida y bebida caliente, ropa, mantas, lavandería, un lugar donde asearse, descansar y dormir e incluso transporte seguro para quienes buscan reunirse con sus familiares en otras zonas del país. Y, por supuesto, apoyo emocional y juegos para ayudar a los niños a mantener la normalidad en medio de la situación de gran estrés que provocan los ataques. Solo cuatro voluntarios han sido enviados a Polonia porque conocen el idioma y son necesarios para organizar la acogida de los desplazados. 

¿Han podido contactar con ellos?

-Sí, por videoconferencia con Vyacheslav Grynevych y Tetiana Stawnychy, que son los responsables de Cáritas en Ucrania. Escuchar el testimonio que ofrecen es conmovedor y esperanzador. Esa ayuda mútua entre iguales para superar las dificultades es un ejemplo de compromiso y humanidad. Ellos están sufriendo la misma experiencia traumática que las personas a las que ayudan. Muchos de ellos han perdido a seres queridos y sus hogares han sido destruídos por las bombas. Pero continúan con su duro trabajo de cada día para atender las necesidades de los más vulnerables. Hablar con ellos y comprobar su entereza fue muy emocionante. Nos dijeron que nadie podrá destrozar nunca sus aspiraciones por la paz y la libertad y que, con la ayuda de Dios, continuarán su servicio sin dejar a nadie atrás. Verdaderamente en tragedias como la guerra es cuando aflora la dignidad humana.

Alfrendo Marhuenda. PILAR CORTES

La sociedad alicantina siempre ha demostrado una gran generosidad y con esta guerra se enfrenta a un nuevo reto

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¿Les han hecho alguna petición en concreto?

Lo primero que han hecho es darnos las gracias por el apoyo de las Cáritas hermanas y de la gente de buena voluntad. Y lo que nos han pedido es que apoyemos su plan de respuesta de emergencia y nos hagamos cargo de los ucranianos que salen del país, que no les abandonemos...Y por supuesto que los vamos a acoger. Esta crisis humanitaria va a ser larga y lo que está por venir será incluso mas complicado y duro que lo que estamos viendo en el momento actual. Van a llegar muchos refugiados pero tenemos capacidad de acogida y de ofrecerles alojamiento, asistencia social, sanitaria y psicológica.

¿Cuándo llegarán los refugiados?

Algunos ya han llegado. Sus familiares residentes en España han ido a por ellos a la frontera y ojalá se trate de una acogida temporal y puedan regresar a su país, a sus casas y retomar sus vidas con sus seres queridos.

¿Cómo está respondiendo la sociedad alicantina?

Con la generosidad que siempre le ha caracterizado pero con esta guerra se enfrenta a un nuevo reto. Las imágenes que nos ofrece la televisión nos impactan y nos conmueven. Esas escenas generan una rápida movilización social pero lo importante es mantener ese grado de compromiso y solidaridad en el tiempo, a largo plazo, y que no se quede solo en una ayuda efímera. Hay que ser consciente de que las consecuencias de la guerra van para largo y lo más complicado está por llegar.

En tragedias como la guerra es cuando aflora la dignidad humana

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¿Qué es lo primordial en estos momentos?

Que se abran corredores humanitarios para poder canalizar las ayudas y atender a las personas que no pueden huir como los enfermos, los ancianos, las personas con discapacidad o las mujeres que están a punto de dar a luz.

¿Los ciudadanos rusos residentes en Europa terminarán siendo culpabilizados?

Hay que evitar su estigmatización y construir juntos tendiendo puentes hacia el entendimiento. Nuestra misión es ayudar a quien sufre. También a los soldados rusos que han sido enviados a la fuerza a una guerra con la que muchos de ellos están en contra. Este conflicto no puede reducirse a blanco o negro...

Hace 30 años que cayó la URSS pero no se ha avanzado nada en el diálogo por la desmilitarización y la abolición de las armas nucleares

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¿Cómo hemos llegado a esta situacíon?

Lo único que pienso es que desde que cayó la URSS hemos tenido treinta años para dialogar, acordar y avanzar hacia la desmilitarización y la abolición de las armas nucleares. Pero lamentablemente no hemos ido por ese camino de paz y concordia aunque tiempo de sobra ha habido. Y ahora que estamos en esta situación tan catastrófica las armas nucleares suponen una enorme amenaza para la huminidad y lo complican todo mucho...

¿Cuál es la solución?

Sustituir la violencia por amor. Actuar como hermanos y rezar para que la guerra acabe ya. Por eso hacemos también un llamamiento a la oración por la paz en todo el mundo, sea cual sea el país y la creencia religiosa que cada uno tenga.

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