¿Sabe qué ve su hijo en internet? ¿Cuántas horas pasa un menor frente a la pantalla? Estas son algunas de las preguntas que se podrían plantear a los padres en la actualidad, cuando las nuevas tecnologías y las redes invaden casi todo, en especial, el tiempo de ocio de los menores. Pero aunque el uso de internet trae cosas positivas también es el escenario de episodios de ciberacoso entre escolares o genera contenidos que se pueden trasladar después a la vida cotidiana de los menores, algunos de ellos transformados en agresiones en el entorno escolar. Pero, ¿cuál es la solución para atajar el problema? Pues los expertos abogan por un mayor control parental, la supervisión y la educación en todos los ámbitos.
La "naturaleza" del acoso escolar "no es solo una agresión, sino dinámica social", indicó Aida Carrillo, psicóloga especialista en terapia Psicológica infanto-juvenil. Ella, junto a Cordelia Estévez, profesora de Psicología y Desarrollo de la UMH e investigadora del centro Crimina, fundaron en centro Cares desde donde atienden a las víctimas de acoso escolar pero también a familias y realizan programas de prevención.
Para atajar estas conductas agresivas entre menores es clave "la educación en ámbitos familiares y escolares y la supervisión". Porque "hablamos de menores con herramientas que pueden suponer un riesgo para su salud emocional y la de su compañero, y hay que enseñarles a utilizarlas correctamente y supervisar ese uso", algo que en ocasiones olvidan los padres. Desde qué horas lo utiliza o qué contenido ve. Pero la educación no solo tiene que ser en el uso de las tecnologías sino "también emocional, para que se sepa gestionar la frustración, la agresividad, la falta de empatía… herramientas fundamentales que afloran en ese periodo de adolescencia y que se ven sometidas a situaciones críticas por las redes sociales y hay que aprender a gestionarla". Carrillo añade que es importante "trabajar en la responsabilidad social".
Pero no solo en los menores, sino que los programas de prevención tienen que llegar a docentes y familias. "En el acoso escolar hay que involucrar a toda la comunidad educativa, mucho más allá del profesorado o las familias, sino todos los agentes que conviven con niños y niñas", indicó Carrillo.
El papel de los padres "es fundamental", según la doctora en psicología clínica, Herminia Hernáiz. Sobre todo para controlar el uso de las nuevas tecnologías: "Existen aplicaciones de control parental" con las que se puede saber qué consumen los menores en internet o cuántas horas están "navegando". Para la psicóloga es fundamental esta cuestión "si van a facilitar un dispositivo" y se debe "supervisar para poder ayudar e informar a los menores". Así, los padres "tienen la responsabilidad" para "poner límites".
Con todo, la tecnología "es maravillosa pero con un mal uso es un peligro", apuntó el presidente del Colegio Oficial de Pedagogos y Psicopedagogos, Enrique Castillejo. Por lo que considera que hay que supervisar qué uso hacen los menores de ellas: "Mucho caso de acoso empieza en las redes". Así añadió que "los padres son responsables" y que es clave el "control parental" en los dispositivos. Porque "hay niños de 10 años que pueden ver películas con violencia o estar jugando con personas con pseudónimos a cualquier juego y horas".
Con todo, se refirió a la situación en los centros escolares y la falta de orientadores educativos desde Primaria: "La función que tienen es la detención precoz de cualquier conducta diferente". Entre ellas, si hay algún caso de acoso escolar. "Hay uno por cada 600 alumnos en la Comunidad Valenciana", añadió. Si "no hay más especialistas en los centros, cada vez va a haber más problemas porque la sociedad está teniendo respuestas intensas en edades adultas que se repiten en la juventud".
