Un mes estuvieron Vira Shevehenko y sus hijos de 13 y 6 años en los sótanos de la asediada Jersón y estos días los pequeños no pueden evitar entrar en pánico cuando escuchan el sonido de las mascletás o de las tracas. “Yo les abrazo y trato de tranquilizarlos, pero el sonido recuerda tanto al de aquellos días, que ellos no hacen más que preguntarme si de verdad son petardos lo que está sonando”.

Para los cientos de refugiados ucranianos que viven en la ciudad de Alicante, estas son sus primeras Hogueras tras huir de la guerra que asola su país. La ciudad gris y lluviosa que les recibió en marzo es ahora un escaparate de color, de gente y de ruido, de mucho ruido, que las familias tratan de explicar a los más pequeños para que no se asusten y conserven la calma. “Mi hija tiene 8 años y cada vez que oye un petardo se asusta y me pregunta si los rusos están llegando a Alicante”, señala Mariia Pisotska, quien reside en San Vicente del Raspeig, en la casa que compraron hace tres años para pasar los verano cerca del mar y del buen tiempo.

Tanto Vira como Mariia participarán este jueves junto con medio centenar más de compatriotas en el Desfile Folclórico Internacional de Hogueras. Estos días han estado ensayando la coreografía que van a ofrecer en las pistas del Monte Tossal, ataviados con las típicas camisas bordadas de su país y con coronas de flores en la cabeza. La música que han elegido es una canción muy popular en Ucrania de la cantante Ruslana, ganadora del festival de Eurovisión.

Imagen de una de las mujeres ucranianas que participará en el Desfile Folclórico Internacional MANUEL R. SALA

Todos están nerviosos porque sólo han tenido un mes para ensayar la pieza, pero le están poniendo la máxima ilusión para que todo sea perfecto. “No sólo queremos dar pena por la guerra, también queremos mostrar nuestro agradecimiento al pueblo español por acogernos y que la gente sepa que somos un pueblo alegre y que sabe disfrutar de la vida. No podemos estar llorando cuatro meses seguidos”, explica Anna Shkalenko, de la Asociación Amigos de Ucrania.

Para participar en el Desfile Folclórico Internacional han pedido prestados algunos trajes a compañías de teatro ucranianas para que el público alicantino contemple el vestuario típico del país, llamado Vishivanka. Al margen del desfile, la Asociación Amigos de Ucrania está organizando salidas por la ciudad para ver de cerca los monumentos “acompañados de un profesor de español que nos explica el significado”. Además, para la noche del 23 un grupo de unas cien personas entre ucranianos y españoles han quedado en la playa para cenar y celebrar la noche de San Juan, una festividad que también se conmemora en Ucrania. “En lugar de a San Juan, nuestra fiesta está dedicada a Iván y es tradición pedir deseos y lanzar las coronas florales al río. La celebramos, aunque no tanto como aquí en Alicante”, explica Anna Shkalenko.

En los ensayos de este miércoles estaba también Victoria Ostroverkh, quien lleva dos meses residiendo en Alicante en un poso alquilado. Ella huyó de Járkov con su hijo de 15 años, quien se ha conseguido adaptar muy bien a su vida en Alicante y está disfrutando plenamente de las Hogueras. “Ha hecho amigos en el instituto y han quedado para salir estas fiestas”.