Desesperadas por encontrar enfermeros. Así están este verano las residencias de ancianos de la provincia de Alicante que, al igual que ocurre con los hospitales y centros de salud, tienen serias dificultades para poder encontrar personal dispuesto a trabajar.
La Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunidad Valenciana (AERTE) calcula que en los centros de toda la provincia son necesarios 150 profesionales y 500 en el conjunto de la Comunidad Valenciana. Además de enfermeros, los centros necesitan contratar a médicos. Aerte calcula que en la provincia son necesarios 60 y 200 en el conjunto de las tres provincias.
Ante la imposibilidad de poder cubrir estas necesidades de plantilla, la patronal ha solicitado a la Administración varias medidas que, a su juicio, pueden ayudar a paliar la falta de profesionales.
La primera es que se pueda contratar a profesionales con la titulación pendiente de homologar. “Actualmente el tiempo para convalidar los títulos es de dos años. Es un plazo excesivo, por lo que solicitamos poder recurrir a los profesionales que hayan iniciado el proceso de homologación”, señala Miguel Ángel Toro, presidente de Aerte.
También reclaman las residencias poder trabajar con estudiantes de Enfermería de último año, “algo que ya se ha planteado en otras comunidades autónomas”.
Aunque se trata de un mal endémico también para las residencias, la falta de enfermeros se ha agravado con la crisis del coronavirus. “El sistema sanitario público ha ejercido en los últimos años un efecto aspirador, atrayendo a muchos profesionales que estaban en las bolsas y a los que se les han ofrecido contratos para trabajar”.
Para paliar la falta de enfermeros, la patronal propone otras medidas a largo plazo, que pasan por aumentar la oferta formativa en las universidades. También, a juicio de Toro habría que hablar a los estudiantes desde los primeros cursos del sector de las residencias, “porque la inmensa mayoría de los jóvenes lo que quieren es irse a los hospitales y centros de salud y trabajar en el sector público. Somos menos atractivos y a lo mejor es por desconocimiento”. Otras medidas que podría favorecer, a juicio de Toro, una mayor contratación de enfermeros es la posibilidad de que la experiencia en residencias geriátricas sirviera para puntuar en bolsa. “También solicitamos en su momento que si hay un enfermero trabajando en un centro y le llaman de la bolsa, si dice que no que no sea penalizado”.
Un reciente estudio del Sindicato de Enfermería, Satse, ha puesto de manifiesto que en la Comunidad Valenciana hay 4,79 enfermeros por cada 1.000. habitantes, mientras que en España la media es de 5,3 enfermeros por cada 1.000 habitantes. Además, la Comunidad Valenciana necesita 17.212 enfermeras más para alcanzar la ratio de enfermero por cada 1.000 habitantes de la Unión Europea. Por provincias, Alicante es la que más enfermeras necesita con 7.733, seguida de Valencia con 7.419 y de Castellón con 2.059 enfermeras más.
Al margen de la falta de personal de enfermería, la patronal de las residencias ha pedido una reunión urgente con la Conselleria de Sanidad para que se revise el protocolo vigente ante el aumento paulatino de los casos de coronavirus. Aerte reclama la realización de nuevo de pruebas a los trabajadores tras los permisos y periodos vacacionales, las pruebas diagnósticas periódicas a los equipos profesionales, que no se pueda derivar a personas positivas a centros que no tengan casos e incluso la posibilidad de valorar la vuelta de las mascarillas para las personas residentes.
La incidencia del covid en personas mayores de 60 años supera los 1.000 casos de incidencia por cada 100.000 habitantes en la Comunidad Valenciana y las hospitalizaciones no dejan de aumentar. En estos momentos hay tres centros sanitarios -el Hospital General de Alicante, el Hospital General de Elche y el Hospital de Orihuela- que están en riesgo alto por el elevado número de ingresos por covid.
