Las listas de espera no son solamente un mal que sufren los pacientes que tienen que entrar a quirófano. También las pruebas para diagnosticar enfermedades como el cáncer o problemas del corazón y circulatorios acumulan demoras que en algunos casos llegan a los seis meses.
Un ejemplo son las resonancias, una prueba de imagen que se utiliza sobre todo para detectar lesiones en órganos y en partes blandas del cuerpo, como las hernias, problemas en las rodillas o para el diagnóstico de tumores y el estudio de su extensión En departamentos como el de Alcoy, la demora para estas pruebas llega a 183 días, seis meses y en Torrevieja alcanza de media los cuatro meses. Para una resonancia de mama hay que esperar 128 días (4 meses) en el de Elda. Así consta en los datos que ha facilitado la Conselleria de Sanidad en una respuesta al diputado del PP, José Juan Zaplana, que pidió conocer cuál es la demora que acumulan las distintas pruebas diagnósticas en cada uno de los departamentos sanitarios de la Comunidad Valenciana.
Las ecografías doppler, para ver la circulación sobre todo de las piernas, acumulan también elevadas demoras departamentos como Alcoy, donde se acercan a los seis meses. En Sant Joan, Elda o el Hospital General de Alicante, se superan los cien días de espera.
También son destacadas las demoras en algunos departamentos para una ecocardiografía, prueba que sirve para ver las estructuras del corazón. En Marina Baixa hay casi seis meses de demora media para esta prueba y 4,6 meses en el caso del hospital de Alcoy. Un poco menos de tiempo, 3,6 meses tarda esta prueba en el Hospital de Sant Joan.
También es llamativa la demora en colonoscopias que se hacen al margen del programa de cribado y que suelen encargar los médicos de familia cuando hay una sospecha de un cáncer de colon. En el hospital del Vinalopó hay una media de 5 meses y 4 en el caso de Alcoy.
Las radiografías con contraste, que generalmente se emplean para detectar anomalías en el aparato urinario, pasan de los cien días en departamentos como Alcoy, Marina Baixa y el Hospital General de Alicante.
Para el diputado del PP y responsable de Sanidad, José Juan Zaplana, es llamativa la diferencia que hay entre los distintos departamentos en cuanto a las demoras, de manera que hay hospitales con tiempos de espera muy bajos y otros en los que están disparadas las esperas. “Falta vertebración, no puede haber ciudadanos de primera y de segunda en función de la localidad en la que vivan”. Zaplana cree que es insostenible que haya demoras “sobre todo cuando afectan a diagnósticos tan importantes como el del cáncer”.
Según explica Francisco Maciá, de la plataforma Marea Blanca de defensa de la sanidad pública, la pandemia ha traído consigo un incremento desmesurado de las listas de espera para pruebas diagnósticas. “El seguimiento de los pacientes se está retrasando mucho y lo más preocupante es que hay retrasos en programas de cribado, como el del cáncer de mama, ya que hay mujeres a las que están llamando a los tres años frente a los dos que marca el protocolo”. Para Maciá la solución a estos problemas de la lista de espera no debe ser a costa de dar más dinero a la privada para que asuma pruebas, “porque siempre que se externaliza supone no invertir en el sistema público.
Por último, desde Defensor del Paciente, su presidenta Carmen Flores pide también que se ponga en marcha toda la maquinaria del sistema público para poder aliviar estas esperas. “Si es necesario que se trabaje por las tardes, los sábados o los domingos, eso sí, pagando bien a la gente”. Cree Flores que “la excusa de la pandemia ya no sirve para justificar que nos va todo mal”.
