El próximo 9 de noviembre, el Teatro Principal acogerá la III Gala de Empresas Centenarias de la provincia de Alicante, un evento organizado por la Cámara de Alicante y la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante (AEFA) -con el patrocinio de Cajamar y la Diputación de Alicante-, que tiene como objetivo homenajear a las empresas más longevas de nuestra zona e invitarlas a pertenecer al Club de Empresas Centenarias de la provincia.

Este año serán reconocidas siete compañías que acumulan más de un siglo de vida a sus espaldas. Una de ellas es Viuda de Tadeo Juan S.A., la conocida firma de transportes alcoyana que surgió en 1918 tras aprovechar la oportunidad de explotar unos carros y unas caballerías. Una historia que se escribe a través de las letras y los números de las matrículas de los camiones que se han ido sumando a su flota a lo largo de 104 años, y que reflejaban la situación familiar y social del país en cada época.

Este es el viaje de la empresa Viuda de Tadeo Juan desde los orígenes hasta el momento actual: la cuarta generación.

La Gala de Empresas Centenarias reconocerá a la compañía Viuda de Tadeo Juan S.A. el próximo 9 de noviembre.

Los primeros pasos

Todo comenzó cuando el tío Claudio les preparó a su hermano Tadeo y a su cuñada Ramona un regalo muy especial: la compra de unos carros y unas caballerías para que se dedicaran a hacer transporte, y así es como el «yayo» Tadeo y la «yaya» Ramona fundaron en 1918 esta sólida empresa, que continúa su andadura hasta el día de hoy.

Sin embargo, el primer camión, el V-11427, con una capacidad de carga de 1.500 kilos, no llegaría hasta los años 1927 – 1928. Unos cuantos años después, en 1934, por 8.000 pesetas, se compró el segundo camión: el Chevrolet 34, matrícula B-51355 y con una capacidad de carga de 4.000 kilos.

El negocio iba funcionando y la familia también iba creciendo. En 1928 nació el último de los cinco hijos varones de Tadeo y Ramona: Tadeo (1917), Vicente (1923), Ángel (1924), Manolo (1926) y Pepito (1928). Eran tiempos en los que, con los camiones, la familia -y parte del vecindario de Alzamora- se bajaba a la playa con la condición de que, si les paraba la Guardia Civil, la multa debía pagarse entre todos.

La flota de camiones de Viuda de Tadeo Juan S.A. a través del tiempo.

La Guerra Civil y su desastre

Y llegó la Guerra Civil, y con ella, la pérdida del menor de los hijos (Pepito) a quien le cayó encima la primera bomba que explotó en Alcoy. Los bombardeos siguientes también se llevaron por delante parte de la casa de la familia en Alzamora, lo cual provocó que todos se mudaran al casino de un cliente y amigo, Miquel Vizcaino, que vivía en Cotes -a 60 kilómetros de Alcoy- y para quien habían transportado naranjas. En ese momento, los dos únicos camiones que componían la flota, habían sido requisados.

En los cerca de ocho meses que estuvieron en Cotes, el «yayo» Tadeo se dedicó a realizar tareas de carnicero, profesión de su padre en Onil. El resto de familiares, organizados en cuadrillas, se dedicaban a recolectar naranjas. Cuando en abril de 1939, escuchando la radio a escondidas, se enteraron de que la guerra había terminado, el «yayo» Tadeo y su hijo Vicente, con una bicicleta, recorrieron los 60 kilómetros de distancia y lograron recuperar el camión pequeño, el primero de la flota, el V-11427. Estaba completamente destartalado pero, finalmente, consiguieron ponerlo en marcha y volver con él todos a Alcoy.

Los dos años siguientes transcurrieron con normalidad hasta que, el 17 de abril de 1941 falleció el fundador de la empresa, dejando viuda a la «yaya» Ramona y a cuatro hijos adolescentes. Después de este duro golpe, la familia -con la fuerza y valentía de Ramona- decidió seguir luchando y los años sucesivos se dedicaron a la compra de más vehículos: el V-11596, los GMC A-5814 y NA-4734. También llegaron los primeros camiones con motor a gasoil: el Issota Fraschini M-74474, el Henchel L-4800 y el Mercedes VA-4071.

La flota de camiones de Viuda de Tadeo Juan S.A. a través del tiempo.

Primeras relaciones con Barcelona

En aquellos tiempos, la industria de la comarca de Alcoy era semejante a la industria de Cataluña, especialmente de Barcelona. Esto propiciaba una relación comercial continua basada en trasvases de mercancías entre estos dos núcleos industriales, cuyos intercambios se realizaban mediante la utilización de vagones de tren. Sin embargo, las paralizaciones que se producían en este medio complicaban la entrega de la mercancía en tiempo y forma. La familia pensó que, para los clientes, resultaría más práctico y ventajoso hacerlo mediante camión, ofreciendo la posibilidad de entregar la mercancía al día siguiente. Sondearon la idea entre los clientes y estos la aceptaron con entusiasmo.

De inmediato, se buscó un local en Barcelona y se inició el servicio de un viaje diario en cada sentido, que en poco tiempo hubo que aumentar hasta dos y tres.

Pese a la buena marcha de este servicio, hubo que suspenderlo debido a la escasez de elementos básicos (gasoil y ruedas) que hacía extremadamente difícil llevar a cabo el transporte de larga distancia.

La flota de camiones de Viuda de Tadeo Juan S.A. a través del tiempo.

Ayuda inestimable del Club Deportivo Alcoyano

Desde Viuda de Tadeo Juan cuentan que en Alcoy había una gran fábrica de maderas que compraba grandes cantidades de pino que transportaban desde las zonas de tala hasta la ciudad. «El primer lote se empezó a acarrear desde Torremanzanas, a unos 40 kilómetros de Alcoy por una carretera muy complicada. Para la carga, tuvimos en aquella época unos ayudantes de primera: los jugadores del Club Deportivo Alcoyano que en la época militaban en la primera y segunda división. Los recogíamos cuando terminaban sus entrenamientos y, después de la carga, disfrutábamos todos juntos de una buena merienda».

Llegó el primer camión nuevo

Era el año 1948 cuando la empresa, por primera vez, adquirió un camión nuevo: un White con motor Hércules que tenía fuerza para la carga de 10.000 kilos. Pero resultó que este camión no fue tan bueno como aquel que permitió a la familia escapar de los bombardeos hacia Cotes: cuando había que subir el puerto de Guadarrama, en la carretera de La Coruña, con el White y con algo más de siete toneladas, había que fraccionar la carga.

Este camión se vendió en 1951 por 400.000 pesetas, con las cuales se hizo la inversión para otro camión que sí ofrecía una generosa rentabilidad: el Leyland Beaver. El cupo de entrada de estos camiones al país se había agotado por aquellos que habían realizado la compra en primera instancia y habían comprobado lo rentables que salían. En Barcelona, la familia encontró uno de segunda mano y lo compraron por 800.000 pesetas, con la matrícula V-21236.

En el 53, de la mano de Boj Hermanos, la empresa pudo retomar la línea entre Alcoy y Barcelona.

La flota de camiones de Viuda de Tadeo Juan S.A. a través del tiempo.

Los sábados, prácticas

La «yaya» Ramona perdió dos hijas que no llegaron a los dos años. Tenía la costumbre de subir cada sábado al cementerio a visitarlas, y también visitaba a su marido (Tadeo) fallecido con apenas 50 años.

Toni, era el encargado de acompañarla a su visita semanal, bien con «la Andaluza» (H-1410), bien con «la Carioca» (V-3996).

Los nietos, la tercera generación, que ya iba creciendo, acompañaban a Toni y a la «yaya», pero con otra intención: aprender a conducir. Así, la visita periódica de la yaya al cementerio se convirtió en las prácticas de conducción con Toni, quien les ponía obstáculos (una lata, por ejemplo) para que la pisaran con la rueda derecha y luego con la izquierda.

La flota de camiones de Viuda de Tadeo Juan S.A. a través del tiempo.

Reparto entre hermanos

Durante los años 60 y 70, las empresas que habían estado funcionando bajo el amparo de la familia, tomaron forma jurídica y fue en los 70 cuando la «yaya» Ramona y sus hijos decidieron repartir equitativamente las empresas entre los hermanos:

  • Tadeo, el mayor de los hermanos, se quedó con «Viuda de Tadeo Juan, S.A.».
  • Vicente, con «Explotación Internacional de Transportes, S.A.».
  • Ángel, que ya llevaba tiempo trabajando y viviendo en San Fernando (Cádiz) con «Autocares Rico, S.A.» (constituida en 1966).
  • Manolo, con «Transroute Internacional, S.A.».

Eduardo Juan Alcaraz, presidente de la empresa, junto a su hija Vanesa Juan Miguel, actual gerente.

Nuevas generaciones

A partir de los años 70 es cuando el hijo mayor del «yayo» Tadeo tomó las riendas de la empresa «Viuda de Tadeo Juan, S.A.». Tras su jubilación, sus dos hijos tomaron el relevo de la compañía, constituyendo la tercera generación.

El último cambio de titularidad, lo realizó Eduardo, el actual presidente de la sociedad, quien en 1996 adquirió la parte de su hermano y quien ha dirigido la empresa hasta la actualidad. Hoy en día, la cuarta generación ha llegado a la empresa con Vanesa, la hija mayor de Eduardo, como gerente y responsable de Desarrollo y Expansión de la compañía.

Esta cuarta generación ha estado trabajando durante los últimos 10 años en la digitalización de la empresa con el objetivo de obtener un mayor control del proceso y ser más eficientes: controles en tiempo real de las recogidas y entregas, gestión del consumo de carburante, programa de almacenamiento web… Además, uno de los retos actuales pasa por decidir por qué tecnología se apuesta para los nuevos vehículos: eléctricos, de gas, de hidrógeno… «Para una empresa de nuestro tamaño es una decisión muy importante que hay que meditar bien. Estamos en conversaciones para poder probar un camión en 2023 completamente eléctrico para el reparto de última milla», concluyen desde la firma de transportes alcoyana.

Desde Viuda de Tadeo Juan S.A. quieren “agradecer al tío Ángel de Cádiz y al tío Vicente que, antes de dejarnos, plasmaran en sus biografías gran parte de lo aquí relatado, regalando a la familia el poder de no olvidar de dónde venimos”.