Los mejores alumnos en salud y medioambiente están en Alicante

El colegio Santa Teresa logra el primer puesto nacional del premio europeo de la ONG Educa con el deporte para la Educación y la Salud

Alumnos del colegio Santa Teresa muestran su almuerzo saludable este jueves

Alumnos del colegio Santa Teresa muestran su almuerzo saludable este jueves / Alex Dominguez

Victoria Bueno

Victoria Bueno

Almuerzómetro que puntúa a la hora del recreo, día semanal de la fruta, deportes alternativos como el frisbee o disco volador y el rocódromo, son algunas de las variadas actividades a las que se suman talleres en el huerto escolar para la totalidad de las etapas educativas, y que han hecho acreedor al colegio concertado Santa Teresa de Alicante del primer premio nacional de un concurso europeo que coordina la ONG Educa en el deporte para la Educación y la Salud.

Alumnos del Santa Teresa de Alicante durante el recreo

Alumnos del Santa Teresa de Alicante durante el recreo / Alex Dominguez

Reutilizar, reciclar y responsabilizarse de la salud propia son actividades que los alumnos del colegio Santa Teresa de Alicante llevan ya en el ADN.

De Infantil a Bachillerato

El tesón de sus profesores y la implicación de los estudiantes, desde los más pequeñitos de Infantil hasta los mayores en Bachillerato, les ha valido un reconocimiento europeo y han logrado el primer premio nacional por la sostenibilidad medioambiental y la salud desde el deporte.

“La verdadera recompensa es la mejor salud de los alumnos, pero también es importante que se reconozca” subraya el profesor de Primaria en Educación Física, David Cano. Por el trabajo realizado en todo el centro, potenciando hábitos saludables, les han correspondido 500 euros.

Aprenden a llevar una pieza de fruta en el almuerzo

Aprenden a llevar una pieza de fruta en el almuerzo / Alex Dominguez

Cano explica que a los alumnos se les motiva con incentivos como la obtención de puntos para los que lleven los almuerzo más saludables. “El que durante más días seguidos traiga el almuerzo más saludable, puntúa”, abunda.

Salud

Se trata de que integren alguna pieza de fruta, alguna verdura como palitos de zanahoria, que el sandwich por ejemplo sea de pavo, jamón o queso light o fresco, y que sustituyan los típicos snacks fritos por palitos integrales o barritas energéticas.

A esta práctica suman el aprendizaje de la pirámide alimenticia que comparten en las clases de Educación Física y Ciencias Naturales en Inglés o Sciencie.

Son cerca de 900 los niños que durante toda su vida escolar asumen el cuidado del jardín con que cuentan en el centro, hasta hacerlo suyo e integrarlo en sus vidas como algo habitual, de forma que luego lo trasladan al medio ambiente en general.

El huerto

A conseguir esta meta contribuye de forma decisiva a su vez el mantenimiento del huerto, que se programa en talleres a lo largo del curso para la totalidad del alumnado. “Aprenden a plantar, a usar la lombriz de humus, a regar y en general a la práctica de las tres erres reducir, reutilizar y reciclar” detalla el profesor.

El huerto del colegio Santa Teresa es una escuela de vida para los niños

El huerto del colegio Santa Teresa es una escuela de vida para los niños / ALEX DOMINGUEZ

En el centro, los más del medio centenar de profesores trabajan convencidos de que lo que viven a diario estos alumnos lo trasladan al parque o a sus casas, porque allí se mantienen limpios los jardines, sin papeles, y aprenden a respetar el entorno conforme crecen. “Sin duda, esto hará que el día de mañana sean cuidadosos”, asegura Cano.

Los distintos colores de las papeleras también contribuyen a integrar el reciclaje en sus vidas, atienden al cuidado de las flores porque tienen que atravesar una pasarela cada día “y llegan a decir a sus abuelos que quieren plantar una lenteja. Saben picar y remover la tierra, echar abono y regar las plantas”, señala orgulloso el docente.

Deportes

Deportes de psicomotricidad y alternativos, como el frisbee, las palas, camas elásticas, el rocódromo o las pistas americanas también favorecen la coordinación y el equilibrio, incluso a niños de Educación Especial.

El profesor recuerda con emoción la ayuda que supuso para uno de estos alumnos practicar en la cama elástica: “Tiene autismo, no puede moverse, pero disfrutó como un más. Esta práctica les ayuda muchísimo”, afirma Cano.

Incluso el senderismo que también practican desde quinto curso les prepara para futuras excursiones a la hora de entender las señales y aprender a llevar ropa adecuada.