Premio Importantes enero 2022

Cruz Roja Provincial, institución humanitaria: 150 años al lado de los más desfavorecidos

Desde la ayuda a los heridos de la Guerra Carlista al apoyo a los damnificados por la pandemia y los refugiados de Ucrania

Voluntarios de Cruz Roja  
atienden a las víctímas de la 
explosión de un taller de Ibi 
en 1968. información

Voluntarios de Cruz Roja atienden a las víctímas de la explosión de un taller de Ibi en 1968. información

J. Hernández

J. Hernández

La fundación de Cruz Roja en la provincia data de 1873, nueve años después de crearse Cruz Roja Española, con las primeras sedes locales de Alcoy, Alicante y Aspe. Ya en aquel año, los «camilleros de Alcoy», como fueron llamados los primeros voluntarios, pusieron en práctica los principios humanitarios de la entidad al ayudar a los heridos de la Batalla de la Camorra, que tuvo lugar en Bocairent, dentro de la Guerra carlista. En Alicante, la actividad de la Cruz Roja tiene su primera referencia el 23 de septiembre de 1873, en la I República, cuando se habilitó la planta baja del convento de las monjas Agustinas como hospital de sangre.

Entre crear finales del siglo XIX y principios del XX, su labor fue evolucionando para adaptarse a las nuevas demandas de la sociedad y seon nuevas asambleas a lo largo de la provincia. Se fundó un dispensario antituberculoso, se dotó de equipos de desinfección para las viviendas, se recaudaron fondos para atender a los heridos de la guerra de África y se puso en marcha la escuela de damas auxiliares voluntarias en 1917.

La asistencia en catástrofes se convirtió en gran parte de su labor junto a la acción contra el hambre

La asistencia en catástrofes se convirtió en gran parte de su labor. Sus voluntarios fueron prestando los auxilios necesarios en las catástrofes naturales, incendios de fábricas, accidentes o crisis como la pandemia de gripe de 1918. En los años siguientes Cruz Roja se centró en tareas de emergencias y de apoyo sanitario, participando en la gestión de una red de ambulancias que prestaban servicios de transporte y socorro a lo largo de toda la provincia. En la década de los 90 trazó un plan estratégico basado en la convivencia frente a la marginación, la soledad y el racismo; y la ayuda inmediata frente al hambre, la enfermedad, la pobreza y los desastres. Le han seguido la Escuela de Formación Profesional, el Centro Provincial de Drogodependencias, el Plan de Alimentos, el programa de Teleasistencia domiciliaria y el centro de acogida de refugiados; sin olvidar la asistencia en recientes grandes emergencias como las inundaciones de la DANA, la pandemia y la crisis de refugiados de Ucrania. «Nuestro compromiso es seguir estando cerca de quien más lo necesita», asegura su presidente provincial, Francisco Galvañ.