El alquiler en Alicante: hasta 600 euros por vivir en un sótano o un local

La falta de oferta saca al mercado todo tipo de "alojamientos", desde antiguas peluquerías hasta pisos-cápsula de menos de 20 metros cuadrados sin apenas equipamiento por altos precios

Uno de los anuncios publicados en Idealista en las últimas semanas.

Uno de los anuncios publicados en Idealista en las últimas semanas. / Idealista

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Desde un sótano sin ventilación a una antigua peluquería con escaparate directo a la calle, pasando por una buhardilla con acceso compartido o un «piso-cápsula» de menos de 20 metros, con la cama en un altillo. Estos son solo algunos de los anuncios de «viviendas» en alquiler publicados en los últimos días en la ciudad de Alicante.

La absoluta falta de stock en el mercado inmobiliario de la provincia -denunciada en varias ocasiones tanto por las personas en busca de vivienda como por los API- está provocando que se pongan en alquiler toda clase de propiedades que, normalmente, no están destinadas al uso residencial.

Inmuebles de todo tipo que se alquilan por entre 400 y 600 euros, cuyas características en cuanto a espacio, equipamiento e instalaciones distan enormemente de las que se suelen incluir en una vivienda. 

Entre las propiedades analizadas por INFORMACIÓN de entre las publicadas en el conocido portal inmobiliario Idealista, se incluye un «semisótano» sin ventilación de ningún tipo, ya que solo cuenta con una fina ventana de tipo tragaluz, fija, a pie de acera. El habitáculo, similar a un trastero o espacio común de una comunidad de propietarios, no contaba con habitación independiente. Se alquilaba por casi 400 euros y duró escasos días publicado.

Algunos de los anuncios publicados en los últimos días.

Algunos de los anuncios publicados en los últimos días. / Idealista

En otra publicación, una agencia inmobiliaria ofertaba un «apartamento» a pie de calle en el barrio de Carolinas Altas. La vivienda era, en realidad, un local comercial que aún conservaba su rotulación y parte del mobiliario como peluquería. Además, el recibidor y una de las «habitaciones» contaban con un amplio escaparate a la calle, sin ningún tipo de cortina. Su precio era de 550 euros mensuales y se alquiló de inmediato.

También proliferan entre los anuncios publicados los denominados «pisos-cápsula», que, aunque sí incluyen el equipamiento mínimo exigible a una vivienda, cuentan con un espacio muy reducido. Este tipo de viviendas, que usualmente provienen de alquiler vacacional, pueden estar comprimidas en espacios de hasta 15 metros cuadrados. Es el caso de otro anuncio en el centro de la ciudad, en el que se oferta un piso con la cama en un altillo, y en el que el «salón-cocina» apenas cuenta con espacio para un sofá. A día 31 de marzo el inmueble seguía publicado por unos 600 euros mensuales.

Sin embargo, a pesar de que este tipo de alojamientos puedan parecer excepciones, la realidad es que la saturación del mercado y la necesidad urgente de oferta provocan que se alquilen rápidamente.

De los anuncios consultados por INFORMACIÓN, un 70% se alquiló antes de poder concertar una visita a la vivienda. 

«Lofts» disparados

En el otro lado de la balanza, destacan los anuncios con los precios más altos de la ciudad.

En el caso de los estudios o «lofts», que carecen de habitaciones diferenciadas, el más caro se sitúa en el centro de la ciudad: 1.300 euros al mes por un apartamento situado en la calle Juan de Herrera -en la zona del Mercado- que no cuenta con dormitorio independiente pero sí con una terraza en una altura superior. La vivienda, según el anuncio, cuenta con 86 metros construidos, techos altos y suelos hidráulicos.

Otra de las publicaciones más caras de la ciudad, la de un apartamento en la Playa de San Juan, reclama 1.200 euros mensuales por un apartamento de 40 metros en el que es necesario dormir en el salón-cocina, ya que las camas son abatibles, y deben sacarse de los armarios cada vez que se quiera hacer uso de ellas. Esta vivienda, que cuenta con aparcamiento y piscina comunitaria, solo se alquila de septiembre a junio, ya que también se explota de forma vacacional en cortas temporadas.

En cuanto a los requisitos para convertirse en inquilino de estos inmuebles, no son especialmente fáciles de cumplir. En el caso del loft del Centro, se exige que el importe de la renta no supere el 40% de los ingresos mensuales, por lo que solo podría alquilarlo una persona o pareja que perciba más de 3.250 euros mensuales. Además, se exigen también dos meses de fianza, el primer mes de alquiler y una mensualidad como comisión de agencia. En total, un desembolso inicial de al menos 5.200 euros para poder firmar el contrato.

Medidas urgentes

El aumento de la oferta para la demanda existente también está modificando las tendencias del mercado en cuanto al modo de trabajar de las agencias: suben las comisiones y se simplifican los servicios prestados.

Mientras lo habitual en los últimos años había sido que las agencias cobrasen un 50% del precio de la mensualidad por su trabajo -un gasto que en muchas ocasiones se cobraba por duplicado a inquilinos y propietarios- la situación actual está motivando que muchas inmobiliarias hayan aumentado sus honorarios a una mensualidad completa o, en algunos casos, incluso al 150% del coste de la renta.

Además, la gran disponibilidad de inquilinos en busca de viviendas también ha «simplificado» el proceso de alquiler: las agencias ya no necesitan adaptar sus horarios a las necesidades del cliente, sino que ya son habituales las «puertas abiertas» durante algunas horas en las que decenas de candidatos pueden visitar una misma vivienda, que terminará en manos de la primera persona que realice una señal. En algunos casos menos habituales, las agencias incluso han suprimido las visitas en aquellas viviendas que consideran más fáciles de alquilar, y que se reservan directamente a través de internet.

Ante la «preocupante situación» del alquiler en Alicante, el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria lleva meses alertando de la necesidad de adoptar medidas urgentes para afrontar la escalada de los precios.

La agrupación destaca la escasa oferta actual para la demanda existente, que se ve impulsada por los clientes extranjeros -que representan alrededor del 30% del total-, situando la demanda internacional de la ciudad por encima de mercados como el de Barcelona o Madrid.

En este sentido, recuerdan que los precios viven máximos históricos y «no tienen perspectivas de experimentar bajas a corto plazo», lo que está provocando que muchas personas no puedan acceder a viviendas completas y únicamente puedan optar a habitaciones o a este tipo de inmuebles que no reúnen las condiciones habituales de las viviendas en alquiler. Además, inciden en que la mayoría de pisos «apenas duran unas horas en las inmobiliarias».

"Expulsados" del Centro

El mercado del alquiler en Alicante atraviesa una de las etapas de mayor saturación de los últimos años. Tras casi 20 meses consecutivos de subida, los precios en 2023 ya son un 23% más altos que los de hace un año. Además, la falta de oferta en las zonas más céntricas empuja a los inquilinos hacia los barrios de la periferia, provocando que Juan XXIII y Colonia Requena -zonas habitualmente de baja demanda- sean los que más suben.

Según los últimos datos facilitados por Idealista, el precio del metro cuadrado en 9,5€ de media. Un dato que -si bien es más bajo que la media nacional- se sitúa en sus máximos históricos para la capital de la provincia. Esta subida continuada de los alquileres, acompañada de una falta general de stock en la ciudad, está provocando que las zonas del centro se «vacíen» de inquilinos, que buscan alternativas en barrios hasta ahora menos demandados y zonas de la periferia.

De los anuncios analizados en este artículo, únicamente uno de ellos se ubicaba en el centro de la ciudad, donde el estudio más caro superaba los 1.300 euros al mes. La gran mayoría estaban situados en zonas como Carolinas Altas, Los Ángeles o El Pla.

Más ayudas

La pasada semana, INFORMACIÓN publicó que el bono joven del alquiler anunciado por el Gobierno central tras el estallido de la pandemia se había quedado corto. El presupuesto asignado para su primera convocatoria se agotó tras resolver los expedientes de los primeros quince días de un plazo que estuvo abierto durante cinco meses. En total, de las 24.000 solicitudes a nivel autonómico, se denegaron más de 20.000 expedientes.

En el caso de la provincia de Alicante, más de 7.500 personas han tratado de ser beneficiarias del ingreso, pero el presupuesto consignado solo ha permitido que accedan al bono los 1.300 primeros solicitantes, apenas un 18% del total. 

Tras conocerse este dato, la Generalitat anunció que ampliará en 30 millones de euros el bono de alquiler para jóvenes hasta un total de 52,8 millones, que se distribuirán en ayudas de 250 euros al mes durante dos años con la previsión de llegar a 8.900 personas más. Además, lanzará una ayuda extraordinaria de entre 300 y 600 euros para afrontar la subida de las hipotecas variables.