Los "polillas" de la Guardia Civil celebran su asamblea nacional en Alicante

Más de 300 "polillas" de la Guardia Civil y familiares desplazados desde diferentes provincias han estado durante cuatro días en Alicante con motivo de la LXXIV asamblea fundacional de la Asociación de Antiguos Alumnos de los Colegios de la Guardia Civil. Los "polillas", como se hacen llamar los antiguos alumnos de los colegios de la Guardia Civil (huérfanos y huérfanas de los colegios Infanta María Teresa y Marqués de Vallejo, así como del Colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada), han realizado visitas turísticas por Xixona, Busot, San Vicente del Raspeig y especialmente en Alicante, donde han recorrido la ciudad como si fuese un numeroso grupo de cruceristas.

Los colegios de la Guardia Civil fueron creados en la época fundacional por el Duque de Ahumada "para premiar a los hijos con las virtudes de los padres" y en 1949 un grupo de huérfanos decidió fundar esta asociación nacional. Cada año celebra la asamblea fundacional en una provincia diferente para compartir y rememorar durante un fin de semana las vivencias no solo de la niñez y juventud, sino también "las experiencias en los caminos y destinos de la vida", explica este colectivo.

La provincia de Alicante cuenta con una delegación de 150 socios de los 3.438 existentes en todo el país. "En su día, y por motivos de la Guerra Civil, en Aigües se refugiaron a los huérfanos y huérfanas y tras la guerra volvieron a Madrid", indica la asociación. Entre las alicantinas estuvieron las cuñadas del poeta Miguel Hernández, cuyo suegro era guardia civil y fue asesinado en Elda. "Curiosidades de la Guerra Incivil que la Guardia Civil de uno u otro bando generó huérfanos inocentes que fueron educados y civilizados sin odio ni rencor, bajo una enseñanza cristiana", apunta la delegación provincial de la asociación.

Hacía 35 años que no se celebraba en Alicante la asamblea fundacional y una vez más se ha podido realiza gracias a la labor de la junta provincial, que ha contado también con la colaboración necesaria de la Comandancia de Alicante, "cuyo coronel Mosquera, a la postre nieto de huérfano y alumno del Infanta María Teresa, se ha volcado. También la Diputación Provincial, ayuntamientos de Alicante, de Busot, Xixona, Sant Joan y San Vicente, así como empresas colaboradoras, han permitido proyectar más si cabe la acogida que los alicantinos les han brindado" entre el pasado jueves y el domingo.

Los "polillas" fueron recibidos el jueves por el alcalde de Alicante, Luis Barcala, en el puerto, en la zona de Panoramis. Allí estuvieron arropados por el subdelegado de Defensa, el coronel de Infantería Juan Bosco: el comandante naval, el capitán de navío Joaquín Vegara; y el coronel jefe de la Guardia Civil de Alicante, José Hernández Mosquera.

El presidente nacional, Manuel García Fornell, y el presidente provincial, Diosdado Huélamo, agradecieron el esfuerzo del alcalde de recibir a los asistentes y compartir un brindis de bienvenida a pesar de la romería al caserío de la Santa Faz.

La jornada del viernes comenzó con una visita al Museo del Turrón y a las Cuevas de Canelobre, para desplazarse luego a la Universidad de Alicante. Allí estaba el alcalde de San Vicente del Raspeig, Jesús Villar, y les esperaban dos atracciones de Carros de Foc, que desinteresadamente trasladó su internacionalmente conocido gerente, Miguel Ángel Martín. Los asistentes participaron en una comida de hermandad y muchos aprovecharon la tarde para visitar Alicante, San Vicente y Santa Faz.

Asamblea

El salón de actos del MARQ acogió el sábado la asamblea de la asociación, aunque una parte de los asistentes visitaron Alicante acompañados de guías turísticos proporcionados por la Oficina de Turismo.

Ese mismo día tuvo lugar una espectacular cena de gala, a la que asistieron la Bellea del Foc, Belén Mora, y la Abanderada Mayor de la Federación de Moros y Cristianos, Sonia Gomes. "Ataviadas con sus trajes tradicionales, fueron foco de improvisados reporteros gráficos junto exposición de un ninot de un guardia civil junto a garita, cinco uniformes de la época fundacional y los numerosos regalos intercambiados con las diferentes delegaciones", según informa la asociación.

Durante la cena se entregaron títulos de socios de nonor con insignias a dos socios y títulos de socios de mérito a cinco socios y socias, además de menciones honorificas a colaboradores. Los hermanos huérfanos de Alicante Jorge y Rosa Pérez, cuyo padre falleció en San Vicente y que pasaron por los tres colegios de la Guardia Civil, recibieron una grata sorpresa al entregarles los presidentes nacional y provincial una figura de dos niños vistiendo los uniformes fundacionales de los Colegios de Huérfanos.

Socios de mérito

Entre los socios de mérito que recibieron el título e insignia se encontraba el coronel Mosquera, "quien no dudó en reconocer los méritos de ésta asociación y realzó a los polillas como el núcleo principal de la Guardia Civil. No en vano el himno a la Guardia Civil, y la patrona, así como la bandera de la Guardia Civil nacieron en el Colegio de Guardias Jóvenes y a través de ellos se implantó y perdura en este Cuerpo".

Los pintores alicantinos Ramón Palmeral y Ángel Megías donaron e hicieron entrega de sendas obras al presidente nacional para su exposición permanente en Madrid y una será portada de un libro próximo a publicar por Manuel García Fornell. No faltaron los premios fidelidad para aquellos socios más antiguos y el canto del los himnos de la Guardia Civil, del Guardia Joven y el Adiós Polilla finalizó. La velada estuvo amenizada con una orquesta y el domingo se celebró la última jornada, con una misa en la Concatedral oficiada por el obispo y con la Virgen del Pilar presidiendo. No faltó la bandera de la delegación provincial de la Asociación de Antiguos Alumnos de los Colegios de la Guardia Civil y el estandarte de la asociación nacional, que comienza viaje a la localidad de Valdemoro para presidir los actos de la próxima LXXV asamblea.

La actual dama polilla María Ángeles Molina, acompañada de las cinco últimas, depositaron ramos de flores al pie de la Pilarica al son de la actuación del Coro de Santa María. La comida de despedida se celebró en Sant Joan d'Alacant, donde estuvieron acompañados de su alcalde, Santiago Román, y los organizadores recibieron elogios de los asistentes por el evento.