La alargada sombra de una pérgola

Las polémicas adjudicaciones han llevado a la jueza a imputar a solo cinco días del 28M a dos pesos pesados del bipartito, uno ya dimitido

El exedil Manuel Jiménez, junto al alcalde y candidato a la reelección, Luis Barcala, este sábado.  | JOSE NAVARRO

El exedil Manuel Jiménez, junto al alcalde y candidato a la reelección, Luis Barcala, este sábado. | JOSE NAVARRO / c.pascual/m.gallego

El caso de la pérgola de la Alcoraya, que ha llevado a que una jueza impute a dos personas de confianza del alcalde de Alicante y candidato a la reelección, Luis Barcala (PP), a los que delegó importantes competencias en este mandato, arrancó a mediados del mes de abril. Lo hizo cuando este diario reveló que el entonces concejal de Fiestas y Partidas Rurales, Manuel Jiménez (PP), había adjudicado a dedo la rehabilitación de la pérgola de la plaza de la partida rural de la Alcoraya a una empresa que había reformado su vivienda y cuyo propietario, Javier Alemañ, ahora también imputado, forma parte de su hoguera, Florida Portazgo. Fue un contrato menor de 44.379 euros, firmado en diciembre de 2022. El Ayuntamiento asegura que contactó con tres empresas para pedir presupuestos, tal y como apunta la ley. Sin embargo, solo una envió oferta, Rehabilitaciones Grupo Leuka, que fue la que se llevó el contrato dado a dedo. Esa misma empresa fue la encargada de realizar reformas de la casa del concejal Jiménez, cuyo permiso se solicitó en mayo de 2021, con un coste de 12.539 euros.

El contrato de la pérgola se tramitó desde la Concejalía de Participación y Partidas Rurales, pese a que en esos meses el área de Infraestructuras, también en manos del PP, impulsó la obra de reforma y reparación del escenario de la plaza de la Alcoraya, situada a escasos metros, que tuvo un coste de 27.757 euros en favor de Inelsa Ingeniería. También fue la encargada de construir un circuito biosaludable en ese entorno por 57.335 euros, en este caso a través de un procedimiento abierto.

Previo a la ejecución de la construcción de la pérgola, la Concejalía de Partidas Rurales encargó la redacción del proyecto, una actuación que externalizó. El presupuesto se sacó de la partida destinada a «Estudios y Desarrollo del Plan Estratégico de Partidas Rurales». Tuvo un coste de 5.820 euros, por unos trabajos que se ejecutaron en un plazo de menos de diez días. Recayó en manos de Arquitectura Arquip, una empresa liderada por otro hombre de referencia en el mundo de la Fiesta, de la que Jiménez fue máximo dirigente durante siete años antes de recalar en la lista del PP en 2019.

Tras saltar la polémica por la tramitación de unos contratos que se ejecutaron en el entorno de la plaza Manuel Giménez, las dudas se centraron en quién había autorizado el pago. Entonces se descubrió que fue el edil Jiménez (PP) el que ordenó el pago de la factura relativa a la construcción de la pérgola de la Alcoraya sin contar en ningún momento del visto bueno del edil de Infraestructuras, la concejalía a cuyo presupuesto imputó el gasto de 44.379 euros. La documentación que el bipartito facilitó cuatro días después de estallar el escándalo evidenció que todo el proceso se impulsó desde Partidas Rurales pese a que el proyecto lo pagó Infraestructuras.

Pero la polémica no se quedó ahí. Cuatro días después de conocerse las primeras adjudicaciones a personas de su entorno, INFORMACIÓN reveló que el edil Jiménez había dado también un contrato al presidente de su hoguera para colocar paneles informativos en partidas rurales de Alicante, por un valor de 11.519 euros. Uno de esos paneles se instaló en la plaza de la Alcoraya.

Esa revelación acabó por precipitar el adiós de Manuel Jiménez. A un día de la Santa Faz, el PP comunicó que el entonces edil no repetiría en la lista electoral que, a esas alturas, Barcala aún no había hecho oficial. Ese mismo día, también se anunció que Jiménez dimitiría después de dar explicaciones ante el Pleno de Alicante, que se reuniría justo una semana después de la romería.

Tras la Peregrina, Barcala rompió su silencio para decir que le «dolía muchísimo por lo que está pasando» Jiménez.

En la sesión plenaria, Jiménez empleó unos cuarenta minutos en total en defender la gestión de los contratos menores que precipitaron su salida del Ayuntamiento. En su comparecencia, el ya exedil aseguró que la tramitación de los contratos contó con el aval de los técnicos, admitiendo a su vez que el concejal de Infraestructuras no firmó ningún documento, pese a que la factura más cuantiosa se imputó a esa área. Jiménez también restó importancia a que las tres empresas adjudicatarias guardasen relación personal con él.

Barcala tomó la palabra en el pleno para agradecer la dedicación de Jiménez, al que alabó: «Quiero darle las gracias por cuatro años de trabajo sin descanso. Ha cumplido con su obligación. Usted representa la honestidad, la dignidad y la ética. Es la guía que nos tiene que orientar».

Apenas un día después, el PSOE acudió al juzgado para denunciar el presunto troceo de contratos, que ha llevado a la jueza, la misma que procesó al alcalde Echávarri, también por fraccionamiento de contratos, a imputar, entre otros, a lo s dos políticos populares.